BILBAO - La ministra en funciones de Transición Ecológica, Teresa Ribera, destacó ayer el liderazgo de Bizkaia en el impulso de la inversión responsable. Ribera participó en la tercera edición de Biscay ESG -Gobernanza Social y Medioambiental, en sus siglas en inglés-, la cumbre internacional sobre inversiones sociales y sostenibles que organiza la Diputación foral junto con la Universidad de Deusto y Fineco, la banca privada de Kutxabank. La ministra defendió que la rentabilidad de los productos sostenibles “es similar a la del resto de inversiones, o incluso mayor”, subrayando que este tipo de inversiones “ofrece una oportunidad al sector financiero para reconectar su actividad con las necesidades de la economía real”.

Las jornadas reunieron a agentes clave en el desarrollo de un modelo de finanzas que va ganando peso gradualmente a nivel mundial. Catedráticos, directivos de banca, directores de responsabilidad social corporativa de empresas, ejecutivos de consultorías y agencias de bolsa, agentes de innovación e incluso responsables de inversión de fondos ligados a la iglesia coincidieron en la necesidad de explorar unas vías de inversión que respeten cuestiones como el medio ambiente y que incidan en la reducción de las desigualdades sociales. Todos los participantes en las jornadas subrayaron que las estrategias ESG han superado ya el espacio estético o reputacional que han tenido durante muchos años dentro de las empresas. Se trata además de una materia en la que deben incidir tanto la administración como las empresas y donde las entidades financieras tienen reservado un papel muy destacado.

En esta línea y remarcando una de las vertientes más visibles, la ministra Ribera aseguró que el gobierno español ha convertido la transición ecológica en “política de Estado” y recordó que el Gabinete de Pedro Sánchez tiene previsto movilizar 236.000 millones de inversión pública en 10 años para descarbonizar la economía en colaboración con el sector privado. Esos estímulos generarán entre 250.000 y 364.000 nuevos empleos en el periodo 2021-2030. La responsable de gestionar las inversiones públicas apostó por “elevar la ambición” este año ya que los objetivos aprobados de cara a 2030 “se han quedado desfasados”. A su juicio, las inversiones socialmente responsables “ofrecen una oportunidad” al sector financiero “para reconectar su actividad con las necesidades de la economía real, a la vez que aseguran su viabilidad a medio y largo plazo”.

Ribera señaló que el Estado financiará parte de la inversión pública con bonos verdes, unas emisiones de deuda que el Gobierno vasco empezó a explorar el año pasado, y que el Ejecutivo español lanzó por primera vez el pasado mes de abril. Con todo, la ministra en funciones de Transición Ecológica reclamó un “impulso político” en el que la Unión Europea debe jugar un papel clave. Así, animo a Bruselas a trazar una hoja de ruta junto a los países de cara a “aspirar a lograr la neutralidad climática en 2050 porque los objetivos a 2030 se han quedado desfasados”.

Desde el punto de vista de la empresa, Ribera afirmó que las empresas que incorporan criterios ambientales, sociales y de buen gobierno en su organización “suelen realizar una mejor gestión de sus riesgos y registran beneficios mayores que sus competidoras, con efectos favorables sobre el precio de la acción”.

Por ese motivo, consideró “necesario” establecer unos “criterios mínimos sobre la integración de esos factores porque los pasos que se den ahora serán determinantes para anclar este proceso de cambio de manera ordenada y asegurar que en un futuro no se den pasos atrás”.

EL CASO DE BIZKAIA En ese contexto, la ministra de Transición Ecológica destacó la iniciativa que lanzó hace ya tres años la Diputación de Bizkaia, dentro del hub con el que busca recuperar el protagonismo de Bilbao en el mundo de las finanzas, para estimular las prácticas ESG en el mundo de la inversión. De este modo, Ribera aseguró que las sinergias que se generan en esta cumbre anual son una referencia en el Estado. “La correcta aplicación de los criterios ESG es clara, porque se sitúa en el centro de las decisiones de inversión. Por tanto, este hub de Bizkaia tiene que seguir trabajando para convertirse en ese referente global de nuestro país para ayudar a generalizar el cambio en todos los actores”, afirmó la ministra.

En la misma línea, el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, subrayó que la apuesta de su gobierno por esta materia no tiene marcha atrás: “Merece la pena y vamos a continuar. Es verdad que nos hubiera gustado avanzar más, nos hubiera gustado correr más, ser más y hacer más. Pero seguimos en el camino emprendido y convencidos, absolutamente convencidos, de que este es el camino, es la clave”.

Por último, Ribera animó a la Diputación de Bizkaia a seguir trabajando para que las inversiones sostenibles se conviertan gradualmente en una herramienta cada vez más habitual entra las empresas. El diputado general de Bizkaia, por su parte, subrayó durante su intervención en la apertura de las jornadas que su Ejecutivo apostó por las finanzas ESG “cuando prácticamente ni se veía el camino” y “muy pocos transitaban” por él.

Tras resaltar que está dinámica ha dejado de ser una moda para convertirse en una realidad, Rementeria afirmó que la Diputación seguirá “avanzando por esta senda” los próximos años. - Asier Diez Mon/DNA

trillones de dólares. La ministra en funciones de Transición ecológica destacó ayer que los próximos quince años van a suponer “un momento clave” en la historia económica, ya que se esperan inversiones de unos 90 trillones de dólares (unos 80 trillones de euros) de aquí a 2030 en infraestructuras a nivel global. La “clave” es como aumentar las inversiones en productos verdes y gestionar “correctamente los factores medioambientales y sumar los criterios sostenibles”.

millones de euros. La emisión de 500 millones de euros en bonos verdes realizada el año pasado por el Gobierno Vasco generó un valor añadido de 200 millones de euros en la economía vasca y ayudó a generar 8.400 empleos.

millones de euros. El Gabinete de Pedro Sánchez tiene previsto invertir, junto al sector privado, 236.000 millones de euros los próximos años en la transición de la economía a un modelo más sostenible.