BILBAO - La junta de accionistas del Igualatorio Médico Quirúrgico (IMQ) aprobó ayer las cuentas anuales y el cambio en el sistema de fijación del precio de las acciones con el que se quería evitar abrir el capital a otros agentes interesados en lograr solo la máxima rentabilidad. La presión de un grupo de médicos socios, que buscaba liberalizar el precio para que fuera posible comprar y vender paquetes accionariales por encima del valor que fijara la dirección, había generado cierta tensión interna de cara a la junta. Al final, el reparto de fuerzas (los médicos críticos habían conseguido captar el interés de unos 300 socios para una masa accionarial compuesta por cerca de 1.100 personas) inclinó la balanza en favor de la dirección liderada por el presidente, Pedro Ensunza, y el consejero director general, Miguel Ángel Lujua.
La junta de accionistas tuvo carácter privado y estuvo por tanto cerrada a la prensa. De modo que no se pudo pulsar el clima en el que se celebró el encuentro. Además, la convocatoria se había fijado a las 19.00 horas y no hubo comunicado oficial del resultado de las votaciones. Sin embargo, según pudo saber este diario a última hora de la noche de ayer, la dirección logró un respaldo mayoritario y sacó adelante tanto las cuentas como los puntos más delicados, los que sobre el papel habían generado la rebelión de un grupo de médicos.
Agrupados en la Plataforma de Accionistas del Igualatorio (PAI), los críticos habían echado un pulso a los actuales gestores del IMQ porque entendían que los cambios que se iban a introducir en la junta de ayer “limitaban la capacidad de maniobra”. - A.D.M.