BRUSELAS. Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (Eurogrupo) han pactado una reunión de quince horas las "características principales" de un futuro presupuesto de la zona euro, que servirá para financiar reformas estructurales y apoyar inversiones públicas, pero no han sido capaces de cerrar todos los detalles del mismo, entre ellos cuáles serán sus fuentes de financiación.
El documento acordado, de hecho, deja abiertos muchos detalles de este instrumento presupuestario y la financiación del mismo es la cuestión pendiente más importante. Este asunto dividía en gran medida a los socios de la moneda única antes del inicio del debate sobre el futuro de la eurozona este jueves a las 13.00 horas y todavía enfrentaba a las capitales de la eurozona al final del encuentro a las 4.30 horas del viernes.
El resultado de la reunión es un documento de mínimos que establece que esta herramienta estará enmarcada en el presupuesto plurianual de la UE y no especifica su tamaño porque depende de las negociaciones entre los Estados durante los próximos meses. Se estima, no obstante, que rondaría los 17.000 millones de euros a repartir en siete años y entre los 19 países del euro.
Un grupo de países liderado por Francia y Alemania abogaba por que las capitales de la moneda única pudieran añadir contribuciones nacionales al presupuesto de la eurozona. Esta idea, que España está abierta a apoyar si las características finales del fondo satisfacen sus demandas, no cuenta con el apoyo de todos los socios debido a la oposición de Países Bajos y los países nórdicos.
Esta alianza, autodenominada Nueva Liga Hanseática, prefiere que el presupuesto de la eurozona se limite a apoyar la adopción de reformas estructurales a cambio de condiciones macroeconómicas y rechaza que cuente con una capacidad de estabilización en momentos de dificultad.
Para recibir fondos de este instrumento, los países del euro tendrán que presentar a la Comisión Europea propuestas "sustanciales" de reformas e inversiones que reflejan las orientaciones pactadas. Estas propuestas deberán incluir una estimación de los costes y un calendario para su implementación, así como los objetivos "relevantes".
Las ayudas tomarán la forma de subvenciones públicas y la cantidad que se concede a cada país se decidirá sobre la base de una "metodología transparente". El acceso a los fondos, en cualquier caso, dependerá de la implementación de reformas estructurales e inversiones y el respeto a la condicionalidad macroeconómica y las normas de presupuesto comunitario.
"UN PASO ADELANTE" "Hemos acordado una amplia lista de principales características y ahora queda trabajo delante de nosotros para cerrar los elementos pendientes y poner todo en su lugar. Sin embargo, esto es un paso adelante", ha defendido en una rueda de prensa el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno.
El portugués ha explicado que este instrumento presupuestario financiará reformas estructurales e inversiones públicas tras "propuestas coherentes" de los Estados miembros que deben basarse en criterios "comunes" y en una serie de "condiciones necesarias".
El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, ha reconocido que se trata de un "compromiso por necesidad" que deja abiertas una serie de elementos que "tendrán que trabajarse más". Pero también ha remarcado que el documento pactado "es el mejor acuerdo posible" .
"A algunos les gusta ver el vaso medio vacío y a otros medio lleno. Queda mucho trabajo que cubrir y sólo hemos dado pocos pasos, eso es cierto de algún modo. Pero son pasos hacia un presupuesto de la eurozona", ha reivindicado el francés.
Moscovici ha considerado que se trata de "un paso en la dirección correcta" y ha recordado que algunos países "estaban absolutamente en contra incluso del principio de un presupuesto de la zona euro". Sin embargo, ha defendido que este presupuesto debe contar con una función de estabilización. "La Comisión todavía piensa que necesitamos tener una función de estabilización si queremos atajar en el futuro shocks asimétricos y conseguir convergencia real", ha apuntado.
En cambio, el comisario francés se ha mostrado "muy decepcionado" por el hecho de que siga bloqueada la creación de un fondo europeo de garantía de depósitos (EDIS, por sus siglas en inglés) que complete la Unión Bancaria.
Los ministros de Finanzas de la eurozona sí que han conseguido un acuerdo sobre los textos legales que reforzarán las competencias del fondo europeo de rescate --el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Este organismo contará con un fondo de emergencia de unos 55.000 millones que se utilizarán como reserva de emergencia en caso de quiebra bancaria y aportará líneas de crédito preventivas a países en dificultades.