BILBAO. Un año y cinco meses de protestas después, los jubilados vascos siguen movilizándose por unas "pensiones públicas y dignas". Esta vez, alegando que "las promesas deben convertirse ya en realidades".
Un portavoz del movimiento de pensionistas de Bizkaia ha declarado ante los medios que la crítica del Banco de España a las propuestas del colectivo "pone al descubierto los intereses de los bancos, que multiplican sus ingresos sin tener en cuenta los derechos de los jubilados".
Los pensionistas, reafirmando que "gobierne quien gobierne las pensiones se defienden", han recordado también su "derecho a decidir el modelo de pensiones" en un comunicado leído durante la concentración. "Nuestras demandas son justas y viables", han asegurado.
Según las Plataformas de Pensionistas de País Vasco y Nafarroa, hay medios y dinero suficientes para "garantizar y mejorar" las pensiones. "Solo hace falta voluntad para que sean sostenibles y valentía para enfrentar la corrupción y modificar el sistema tributario".
Asimismo, la Plataforma ha aclarado que "aún hay 225.000 personas por debajo de 825 euros de pensión", por lo que las protestas continuarán durante el verano y se multiplicarán en septiembre: "Aprovecharemos las fiestas para popularizar nuestras demandas. Necesitamos una respuesta masiva".
En Donostia, como cada lunes, los pensionistas han celebrado una asamblea en los jardines de Alderdi Eder, donde una de sus portavoces ha leído un comunicado para anunciar que a partir de septiembre "multiplicarán" sus movilizaciones en coordinación con otros sectores y colectivos sociales que agrupen a trabajadores en activo, mujeres, jóvenes o estudiantes.
"La respuesta masiva, transversal y plural para conseguir unas pensiones dignas y unos derechos sociales que afectan a la mayoría de la sociedad se hace cada vez más imprescindible", añade el texto leído en la concentración, en la que han participado 150 personas.
Los pensionistas, que aún tienen que analizar si mantendrán las protestas semanales en verano, han dicho a los partidos políticos que ya es el tiempo de las "realidades" y no de las "promesas" y han asegurado que ahora que las "fuerzas progresistas tienen mayoría" en el Congreso pueden aceptar las reivindicaciones de los pensionistas "si todas ellas tienen voluntad política".