BILBAO - El sector aeronáutico mundial se encuentra en una fase de crecimiento y las perspectivas a 20 años vista son plenamente positivas porque el aumento del tráfico aéreo es constante, lo que hace que las aerolíneas necesiten aumentar sus flotas y reemplazar los modelos más antiguos por los actuales, mucho más eficientes energéticamente, algo básico porque los gastos de combustible son claves en el negocio.

En base a este escenario, se espera que el tráfico aéreo mundial mantenga su actividad y continúe creciendo en niveles medios del 4,5% anual durante las dos próximas décadas. A medio y largo plazo, se estima que hasta 2037 serán necesarias más de 37.000 nuevas aeronaves de transporte comercial, dos tercios por el aumento del tráfico y el resto para reemplazar a la flota más antigua.

El resultado es que las carteras de pedidos de los grandes fabricantes, Airbus y Boeing, continúan en su punto más alto, con cerca de 14.000 aviones contratados y pendientes de entrega. Esto supone que las citadas compañías, y sus proveedores, tienen asegurados ocho años de fabricación si se mantiene el ritmo actual de unos 1.600 aviones nuevos entregados cada ejercicio, cifra similar a los pedidos, 1.640, que entraron el pasado año. En 2018, el tráfico aéreo mundial creció un 6,1% y movió 4.300 millones de pasajeros . Además, la ocupación mundial de los aviones alcanzó cifras récord elevándose 0,6 puntos porcentuales hasta el 81.9% según datos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

En términos de la demanda, medida en pasajeros-kilómetro transportados, RPK por sus siglas en inglés, se contabilizó un alza del 6,7% a nivel mundial. - X. A.