Cuando veo un pájaro que anda como un pato, nada como un pato y grazna como un pato, lo llamo pato”. Con semejante expresión humorística, atribuida al poeta estadounidense James W. Riley (1849-1916) se puede resumir el futuro de la operadora vasca Euskaltel, tras conocer que Zegona ya es su principal accionista, dado que la firma británica anda, nada y grazna como un pato si consideramos como equivalente del pájaro acuático a los fondos de inversión que operan en los mercados financieros sin otro objetivo que no sea el de reflejar en sus balances anuales los beneficios suficientes para contentar a sus socios.
El escenario es lo que parece. Esta pasada semana hemos conocido que Zegona ha comprado en las últimas semanas, casi un 6% de las acciones de Euskaltel y tiene un 20,94% de su capital social, mientras que Kutxabank, casualidades o coincidencias de la vida, comunicó en marzo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que había reducido en un 1,4% su participación, una venta escasamente relevante por su cuantía pero que, sin embargo, deja su presencia en un 19,80% y pasa a ser el segundo accionista de referencia.
Advertidas ambas operaciones, la agitación mediática no se ha hecho esperar ante lo que puede ser un movimiento especulativo de libro de Zegona, cuyas consecuencias proyectan un clima negativo para la operadora vasca. El escenario es preocupante, pero no lo es sólo por las transacciones financieras, sino por la pasividad o inacción con las que se han venido recibiendo las opiniones y las acciones de los británicos que jamás han escondido sus intenciones desde que pasaron a formar parte del accionariado de Euskaltel en el no muy lejano mayo de 2017.
BUY.FIX.SELL. Hace un par de meses (11 de febrero), ya señalábamos en estas mismas páginas que Zegona “is an operating company that has been established with the objective of acquiring businesses in the European Telecommunications, Media and Technology (TMT) sector with a Buy-Fix-Sell strategy to deliver attractive shareholder returns”. Es decir, “es una compañía operativa que se estableció con el objetivo de adquirir negocios en el sector europeo de telecomunicaciones, medios y tecnología (TMT) con una estrategia de comprar-arreglar-vender para ofrecer atractivos rendimientos para los accionistas”.
Como se puede ver, no esconden que andan como un pato (intenciones) que tiene la Misión y Visión de comprar, arreglar y vender Euskaltel.
No han ocultado nada. También nadan como un pato (opiniones) y han sido críticos con la gestión de la operadora vasca, cuando sus acciones perdían valor en el mercado. Por último, graznan como un pato (acciones) al anunciar su intención de lanzar una OPA parcial para posicionarse ligeramente por debajo del 30%, que posteriormente resultó fallida al no aprobar una ampliación de capital. Y ahora se han hecho con ese porcentaje (casi un 6%) que les coloca como primer accionista de la operadora vasca.
El pato no oculta que es pato ni sus objetivos, pero nadie parece haber hecho algo para evitar que el pájaro acuático se haga con la mayor participación de una empresa considerada estratégica porque, entre otras cosas, gestiona un patrimonio de 350.000 kilómetros de fibra óptica que es la red de base tecnológica de la Revolución Industrial 4.0 en el País Vasco considerada como la apuesta de futuro para incorporar la inteligencia digital, las nuevas tecnologías, los materiales avanzados, los nuevos procesos tecnológicos, la eficiencia y la sostenibilidad a sectores tan estratégicos como la industria, I+D+i, educación o sanidad.
Zegona no es de fiar y, por otra parte, los casi 27 millones de acciones adjudicados en mayo de 2017 han estado siempre por debajo del precio de adquisición (9,5 euros), cerrando en 8,39 euros el pasado viernes la mejor cotización en los últimos 18 meses. Por ello seguirá moviendo las fichas para dar cumplida cuenta de las últimas dos partes de su estrategia. Tratará de arreglar Euskaltel para que alcance la posición óptima de rendimiento financiero y proceder a su venta a Virgin Media, el grupo de comunicación del que salió Eamonn O´Hare para crear y presidir Zegona.
Pese a que el ruido electoral parece amortiguar cualquier otro tema, es urgente, necesario e importante que se tomen medidas antes de que el fondo británico pueda ondear la bandera de una participación hegemónica e incontestable en Euskaltel. La propia operadora vasca, su accionista de referencia, Kutxabank, y el Gobierno Vasco tienen la palabra.