bilbao/Bruselas - La Comisión Europea acusó ayer a la industria automovilística alemana de llegar a acuerdos para no reducir la contaminación. La Comisión Europea sospecha que Volkswagen, Daimler y BMW pactaron retrasar la instalación en sus automóviles de tecnologías que podían frenar las emisiones, lo que impidió a los consumidores adquirir vehículos más limpios pese a que estaban capacitadas para fabricarlos.
De probarse la acusación lanzada por Bruselas ayer, las tres compañías habrían cometido una violación de las reglas comunitarias, que prohíben las alianzas concebidas para limitar el desarrollo técnico de un producto.
Y por tanto se enfrentarían a una sanción multimillonaria de un máximo del 10% de su facturación global. Eso significaría, en la hipótesis del peor escenario, y teniendo en cuenta sus ingresos de 2018, un duro golpe económico para los tres ases de la automoción germana: 23.580 millones de desembolso para Volkswagen, 16.736 millones para Daimler, y 9.748 para BMW. La suma de estas cantidades supera los 50.000 millones.
pactos de estrategia El Ejecutivo comunitario ha puesto el foco en dos tecnologías en torno a las que pudo haber pactos secretos. En primer lugar, estima que entre 2006 y 2014, los gigantes alemanes del sector coordinaron sus estrategias para no mejorar la efectividad de los sistemas que permiten reducir las emisiones nocivas de óxido de nitrógeno en vehículos diésel. Y segundo, culpa a los fabricantes de retrasar, o directamente evitar, la introducción de un filtro que haría descender las de partículas contaminantes en coches de gasolina. Daimler se mostró ayer convencido de que no se le impondrá una multa porque “ha cooperado y de forma amplia con la CE como testigo principal”, mientras Volkswagen y BMW se limitaron a afirmar que van a estudiar las acusaciones antes de pronunciarse.
Volkswagen y Daimler cerraron la jornada con caídas en la Bolsa de Fráncfort. En cambio, BMW mejoró su cotización. - DNA/Efe