BILBAO - La economía vasca está empezando a notar los síntomas de desaceleración económica previstos para este año y aunque sigue evolucionando de forma positiva lo hace con menos alegría que en el primer semestre de 2018 y noticias como el estancamiento alemán o que la planta de Mercedes Benz en Gasteiz anuncie que parará la producción más días de los inicialmente contemplados en febrero por la reducción de la demanda tras la crisis del diésel sólo son un reflejo de la nueva coyuntura con que se ha iniciado 2019.
De hecho, la vicepresidenta de la Confederación Empresarial de Bizkaia-Cebek, Carolina Pérez, reconoce que la desaceleración de la economía vasca, con un crecimiento previsto para 2019 del 2,3%, “sin ser muy preocupante, nos hace encender alarmas”.
La representante de los empresarios vascos de Bizkaia afirmó en Radio Euskadi, que las empresas están atentas a este menor crecimiento económico.
Y en este contexto de ralentización en el incremento del PIB, la empresaria mostró también su preocupación por el crecimiento del absentismo laboral en el territorio durante el pasado año. Carolina Pérez indica, según Europa Press, que los datos de absentismo laboral en Euskadi recogen el hecho de que “casi 17 días al año esté de baja” un trabajador vasco, lo que, según la vicepresidenta de Cebek, es “mucho tiempo y afecta a la rentabilidad de las empresas”.
Carolina Pérez destacó que la economía vasca lleva cinco años de crecimiento tras la crisis, pero “la previsión que tenemos es de un crecimiento del 2,3% frente al 2,7% del pasado año”, lo que muestra “cierta desaceleración que nos hace encender alarmas”. - DNA