vitoria - Uno de los datos más significativos a nivel laboral el año pasado es que las empresas vascas firmaron en total más de un millón de contratos. Un récord absoluto que es positivo en la medida en que confirma el dinamismo del empleo pero que esconde la sombra de la elevada rotación laboral que sufre una parte de la población ocupada.

Ya hace unos años que el mercado laboral vasco registra un índice de rotación superior a 3, es decir, que entre la población que firma un contrato en un año concreto, la media son de más de tres contratos por persona. Eso se debe a que solo una pequeña parte entra directamente al mercado con un contrato indefinido mientras que la amplia mayoría suscriben más de un contrato al cabo del año, en algunos casos cuatro, cinco incluso por encima de diez para los empleos de menor duración.

Según un informe reciente del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) de media se necesitan 35 meses para lograr un contrato fijo en Euskadi, lo que revela lo que cuesta asentarse en la plantilla de una empresa. En realidad la mayor parte de los trabajadores ya estabilizados en el mercado laboral tienen un contrato fijo y son una bolsa permanente de algo más de 200.000 asalariados los que van rotando y no salen de la temporalidad.

En números absolutos los 1.001.181 contratos firmados en 2018 son un 4,5% más que el año anterior y suponen romper el récord histórico. Por hacerse una idea de la cifra, equivale a que cada trabajador vasco firme un contrato, lo que de nuevo conduce a la idea de la elevada rotación laboral. El acumulado de contratos indefinidos superó los 88.000, un 20% más que en 2017. - A.L.