El año que se inicia está marcado, a nivel económico, por las incertidumbres que se ciernen sobre el crecimiento del PIB derivadas de una combinación de factores entre los que se incluyen la guerra comercial entre Estados Unidos y China, los efectos de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, los cambios de las políticas monetarias de los bancos centrales, con previsibles subidas de los tipos de interés, la transición energética y el inicio del agotamiento del ciclo económico positivo que, en el caso vasco lleva ya cinco años, tras la dura crisis de 2008. El resultado es que en 2019 la economía mundial crecerá, pero menos.
En todo caso, fuentes de la Unión Europea estiman que la economía mundial crecerá un 3,5%, una tasa al menos dos décimas inferior a la de este año. Como la globalización es un hecho este menor incremento del PIB mundial tendrá sus efectos en las economías europea, española y vasca, respectivamente, pero aún así se espera que la eurozona crecerá un 1,9%, España un mínimo del 2%, según ING, y la Comunidad Autónoma Vasca, al menos el 2,3%, según la previsión del Gobierno Vasco.
Estos no son malos datos aunque sí hay un consenso generalizado en que el crecimiento económico mundial perderá impulso a lo largo del próximo año como consecuencia de la maduración del ciclo económico, -en Estados Unidos es uno de los más largos de la historia reciente- y a la retirada de apoyos financieros por parte de los bancos centrales que durante estos años han inyectado cantidades ingentes de dinero para ayudar a superar la crisis de 2008. A modo de ejemplo, el BCE en los tres últimos años ha puesto a disposición del mercado nada menos que 2,6 billones de euros, principalmente a través de compras de activos especialmente de deuda pública. Además hay que añadir las repercusiones negativas que las tensiones comerciales desatadas por la administración estadounidense de Donald Trump, en sus afanes proteccionistas para proteger su mercado de las importaciones, especialmente las procedentes de China.
El Banco Central Europeo (BCE) señala en su último boletín económico que se espera que la actividad económica mundial experimente una desaceleración en 2019 y se mantenga estable posteriormente.
Una vez más, las economías emergentes tirarán del carro de la economía mundial con India, con un aumento esperado del PIB del 7,5%, y China, con un 6,2%, casi medio punto menos, en cabeza. En conjunto los países en desarrollo crecerán un 4,7% frente al 2,1% de las avanzadas, con Estados Unidos, un 2,6%, liderando las mismas pese a perder tres décimas respecto al cierre previsto para este año
El BCE advierte entre los riesgos a la baja para el crecimiento económico un endurecimiento más rápido de lo esperado de las condiciones financieras a escala global. No hay que olvidar que las subidas de tipos de interés en Estados Unidos están devolviendo dinero que estaba en países emergentes al país norteamericano pues ya tienen un mínimo rendimiento al calor de Washington con menores riesgos que, por ejemplo, en Brasil. Y esto puede afectar a las economías en desarrollo que precisan financiación exterior.
Las incertidumbres políticas y geopolíticas, Irán, Rusia, Reino Unido, con la resolución sobre el Brexit el próximo 29 de marzo.
Para Euskadi, la evolución de la economía alemana, -locomotora de Europa- es clave y Alemania, país exportador por antonomasia, cerró un mal tercer trimestre de 2018. Eso sí, España, un mercado importante para el País Vasco, seguirá creciendo por encima de la media comunitaria.
Riesgos. La guerra comercial Estados Unidos-China, el Brexit, la subida de tipos de interés y la retirada de estímulos por los bancos centrales, el agotamiento del ciclo económico positivo
Crecimientos. Las previsiones de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional contemplan una evolución de la economía menos positiva que en 2018. Así, Estados Unidos crecerá un 2,6% (frente al 2,9% de este año), Japón un 1% (frente al 1,1%), China, un 6,2% (frente a un 6,6% del cierre de 2018), o el Reino Unido, un 1,2% (frente al 1,3%) salvo un brexit sin acuerdo. En Alemania se espera un crecimiento del 1,8% y en Francia, un 1,6%. Respecto a España, las previsiones oscilan entre el 2% de ING, el 2,1% del Santander y CaixaBank, el 2,2% de Funcas, el 2,3% de Ceprede y el 2,4% del BBVA
3,5%
Es la estimación de crecimiento de la economía en el mundo en 2019, una tasa inferior al 3,7% estimada para este año