bilbao - La bajada de los ERE se topa en esta parte final del año con el proceso de regulación abierto por la multinacional con sede en Amurrio Tubos Reunidos, que afectará tanto a la planta alavesa como a la filial de Trapagaran, cerca de mil trabajadores. La empresa plantea reducir el tiempo de trabajo a la mitad hasta la primera parte de 2020 para hacer frente a la caída del mercado por los aranceles de Donald Trump mientras que el comité ha mostrado su rechazo a estas medidas y ha iniciado movilizaciones.
El fabricante vasco de tubos presentó en el tercer trimestre unas pérdidas de 15,7 millones de euros de pérdidas, lo que supone un 22% menos que en el mismo periodo del año pasado. Se trata del tercer ejercicio consecutivo en números rojos y la ligera mejoría de los números no ha evitado la puesta en marcha de un ERE temporal.
En el caso de Amurrio estarán afectados 660 trabajadores de los en torno a 750 que integran la plantilla fija, mientras que en el caso de la filial Productos Tubulares entrarán en el expediente prácticamente la totalidad de la plantilla, por lo que solo en este grupo entrarán en ERE el 1 de enero cerca de un millar de trabajadores. Según el plan de la dirección el expediente se extenderá hasta febrero de 2020, cuando se prevé que terminen las medidas arancelarias al acero de Donald Trump, un periodo en el que la plantilla trabajará únicamente el 50% de la jornada.
Desde el comité se rechazan los expedientes de ambas plantas, que consideran injustificados, y denuncian que el endeudamiento del grupo, que en verano alcanzaba los 200 millones de euros, se debe a la mala gestión de los últimos directivos. Hay que recordar que en abril la dirección se vio obligada a retirar 157 despidos de Productos Tubulares por la presión sindical y social, mientras que en octubre la delicada situación financiera acabó precipitando la salida del entonces presidente, Guillermo Ulacia, que fue relevado por Jorge Gabiola.
ERE de la naval Por otro lado, el próximo 19 de diciembre se producirá el despido definitivo de los 180 trabajadores de La Naval. Salvo sorpresa de última hora, dentro de nueve días terminará el periodo de consultas del ERE de extinción presentado por el administrador concursal ante la falta de ofertas para mantener la actividad del astillero, lo que supondrá que la plantilla quedará en el paro.
La crisis de la emblemática empresa de Sestao y los problemas de Productos Tubulares contribuirán así a engordar las cifras de trabajadores afectados por ERE en la parte final del año. - A.L.