bilbao - El presidente de la patronal española CEOE, Antonio Garamendi, defendió ayer la moderación política en el Estado español como motor de la economía porque “la radicalidad, de uno u otro lado, no es buena”. En ese sentido, puso como ejemplo a Euskadi ya que hay “tranquilidad política” y valoró el papel del lehendakari, Iñigo Urkullu, que “da paz” lo que repercute de manera positiva en la actividad económica.

En una entrevista en Radio Euskadi, el nuevo presidente de la patronal española hizo referencia a numerosos temas de la actualidad e indicó, en relación al resultado de las últimas elecciones andaluzas, que la fragmentación está “provocando más radicalidad, que no es buena para el día a día de la gente”. En este sentido, recordó que a los empresarios y a la CEOE les gusta “la moderación” porque es “donde está el espacio real de la sociedad”. El presidente de la CEOE espera, por tanto, que “la radicalidad no gane” y manifestó que, “cuando se trabaja desde la moderación de las ideas”, las cosas “funcionan”. “Los que somos de aquí sabemos lo mal que lo hemos pasado muchas veces y estamos viviendo un momento de tranquilidad que ojalá siguiera”, reclamó.

En este sentido, pidió al Estado “rigor, eficacia y eficiencia” en relación a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) e indicó que no hay que “pasarse de frenada”. En relación a la economía española indicó que, al inicio de año, estimaban un crecimiento del 2,8%, que hace unos meses rebajaron al 2,7%. “Y ya se habla de un 2,6% e incluso algunos apuntan a un 2,5% de crecimiento, el año que viene 2,2% y el siguiente el 1,8%”, apuntó sobre la previsible ralentización económica.

salario mínimo y diésel Ante la subida hasta 900 euros del SMI prevista para 2019, afirmó que a los empresarios no les ha gustado, “no por la cantidad, sino por las formas”. “No nos ha gustado que el Gobierno se haya saltado absolutamente a la torera el diálogo social, que esta encima de la mesa, que nosotros lo estamos desarrollando” añadió. Por ello, son partidarios de la negociación colectiva y recordó que en el Estado español hay 5.000 mesas abiertas que son “las que han conseguido que ese diálogo social funcione” y son las que dan “la paz social”.

Por otra parte, ante el planteamiento de prohibir la venta de los vehículos gasolina y diésel para 2040, afirmó que la CEOE no puede “compartir, en absoluto, que a un Gobierno se le ocurra de repente condenar a una tecnología”. “Nosotros entendemos que se pueda decir que en el año 2040 el CO2 no supere tantos gramos o el dióxido de carbono, pero lo que no se puede decir es: mañana el diésel yo lo condeno a muerte y la gasolina la condena a muerte. Pero usted ¿qué me está contando, cuando la propia tecnología, las propias empresas ya están preparándose para ello, y cuando además la tecnología de momento del coche eléctrico todavía no está preparada para la sustitución?”, sepreguntó. Garamendi cree que se dan “noticias de periódico de un día, sin valorar el daño que se hace” porque, según recordó, en España hay tres millones de empleo que dependen de la industria del automóvil.

El presidente de la CEOE, que subrayó por ejemplo que el 25% del PIB vasco es la industria auxiliar del automóvil o la recaudación por la actividad de Petronor o CLH, manifestó que “con las cosas de comer no se juega”. “Poner el tema encima de la mesa es responsable, lo que no es responsable es hacer máximas y condenar a una tecnología. Vamos a ir a la descarbonización, el que no esté de acuerdo con eso que se retire, pero habrá que ir haciéndolo de la forma que la investigación, la innovación y el desarrollo nos vaya dejando hacer, tenemos hasta 2040, hagámoslo de forma inteligente porque nos estamos jugando el empleo”, concluyó. - Efe/E.P.