UNa apuesta segura. Entre los sectores en los que se detectan oportunidades de inversión, la industria manufacturera es un valor seguro. Automoción, aeronáutica o energía renovable, tres de los pilares de la economía vasca, son segmentos maduros y con perspectivas de crecimiento por su carácter netamente exportador y por las inversiones acometidas los últimos años por las compañías. Foto: Pablo Viñas
un sector con características propias. La construcción fue el sector productivo vasco con mayor crecimiento en el tercer trimestre de este año y es una actividad interesantes para la inversión. Talde ha tenido experiencias en el ladrillo en el pasado, pero Idoia Bengoa explica que la inversión inmobiliaria se canaliza “a través de otros vehículos que en estos momentos nos tenemos”. Foto: Oskar González
Un futuro que ya es una realidad. El campo de las biociencias y la salud lleva años siendo uno de los segmentos industriales con mayor proyección y para Talde ya es una realidad. La empresa vasca vendió el año pasado a una multinacional estadounidense un compañía de complementos alimenticios probióticos. Talde ha comprado recientemente otra empresa de complementos alimenticios y cosmética. Foto: AFP
la oportunidades del envejecimiento de la población. El constante aumento de la esperanza de vida en la sociedad vasca ha abierto una nueva línea de oportunidades para la inversión. Más allá del desarrollo del sector farmacéutico y de la salud en general, Talde ha tomado una participación en la compañía que gestiona dos residencias de mayores en Bizkaia. Las perspectivas son muy positivas. Foto: DNA
La economía vasca envía las primeras señales de desaceleración, pero sigue creciendo y hay numerosas empresas que despiertan el interés de los inversores. La gestora vasca de capital privado Talde afronta ese escenario con dos movimientos estratégicos. Por una parte, ha ampliado recientemente capital para inyectar más recursos en sus fondos de capital riesgo y, por otra, va a lanzar un nuevo instrumento de deuda para conceder créditos a empresas que necesiten liquidez para afrontar nuevos proyectos y seguir creciendo.
Talde detecta oportunidades tanto en Euskadi como en el resto del Estado y maniobra para no dejar escapar ninguna. Su directora general, Idoia Bengoa, explica a este diario las claves de ese escenario en el que aspira a seguir creciendo como lo ha hecho en sus 42 años de vida.
En estos momentos gestiona vehículos de inversión que suman un patrimonio superior a los 170 millones de euros. Tiene participaciones en empresas de un variado perfil, pero con una clara orientación industrial. Burdinberri (una compañía alavesa de mecanizado de piezas de automoción, aeronáutica, industria naval o bienes de equipo), la vizcaína Tegor (fabricante y comercializador de productos de medicina natural, estética, farmacia y dietética) o Ñaming (el líder estatal de elaboración y distribución de sandwiches y otros alimentos frescos), son alguna de sus participadas.
Pero también tiene en su cartera compañías del sector servicios, como Nostem, propietario de una residencia en Arrigorriaga y otra en Balmaseda. La diversificación es una de las claves del negocio de Talde, que busca constantemente nuevos nichos de oportunidades.
El fondo vasco invierte en proyectos con margen de desarrollo y, cuando están maduros, venden su participación a agentes que tienen voluntad de seguir apoyando el crecimiento de la compañía. Ese proceso tiene una duración de cuatro a seis años, en función de las características de la empresa. Bengoa defiende que las prácticas asociadas a los denominados fondos buitres, que buscan una rentabilidad inmediata sin preocuparse de que la empresa evolucione para venderla e incluso trocearla para sacar el máximo beneficio, no son tan habituales como se puede percibir desde fuera.
“La actividad de capital riesgo es invertir, desarrollar las empresas y venderlas ganando, eso sí, frente a lo que se invierte para que las empresas sigan creciendo. Hay algunos actores que tienen fama de hacer otras cosas, pero no es lo habitual. Normalmente el capital riesgo apoya el desarrollo de las empresas”, subraya la directora general de Talde.
Con esa filosofía, la sociedad de inversión lleva varios años sosteniendo una posición muy activa en el mercado. Nada que ver con los ritmos de la crisis. “En los años 2011, 2012 y 2013 estaba todo mucho más parado, no habían proyectos interesantes y que tuvieran proyección”, destaca. La recuperación ha abonado el campo de operaciones para que crezcan los brotes de las oportunidades y la respuesta de Talde ha sido reforzar sus instrumentos tradicionales y lanzar la cartera de deuda.
Tras cuatro años de dinámica favorable, era el momento de fortalecer posiciones. “No hay una aceleración” de la actividad, pero tampoco se percibe que el menor ritmo de crecimiento de la economía vaya a provocar un parón a corto plazo.
Además, Talde actúa con ritmos propios. “El ciclo económico ayuda, desde luego, pero este año se han concentrado varias operaciones en las que llevábamos tiempo trabajando. Hay que mantener la cabeza fría y fijar un precio en una entrada en la empresa que sea rentable, porque si no es muy difícil ganar con esa operación. Ahora estamos en un momento en el que los precios están un poco altos y hay que seleccionar muy bien las inversiones. Ver realmente que son empresas con desarrollo, crecimiento y que van a valer más en el futuro”, destaca Bengoa.
Lo cierto es que en estos momentos hay inversiones “muy interesantes”. Hay empresarios que “quieren abrir su capital para desarrollar proyectos” y Talde está en “fase de análisis y búsqueda de oportunidades”. ¿Dónde están esas opciones de encontrar rendimiento?
Bengoa explica que están en algunos de los pilares de la economía vasca, como automoción, aeronáutica y energía renovable. También en el campo de la salud y de los servicios de la tercera edad y en general en compañías exportadoras y con potencial de crecimiento. La directora general de Talde no descarta incluir la energía fotovoltaíca, que está despegando tras el cambio de la normativa, dentro de su cartera si se detectan “operaciones atractivas en el futuro”.
Respecto al fondo de deuda de cien millones que está a punto de activar Talde y para el que ya está trabajando con algunos candidatos, Bengoa explica que el objetivo es apoyar proyectos a una decena de empresas, que recibirán créditos de seis a quince millones de euros. “Siempre hay huecos de financiación que los bancos no cubren”, destaca para exponer las expectativas que mantiene la sociedad de capital respecto a su nueva herramienta de empréstito.