foz de Iguazú (Brasil) - La hidroeléctrica Baixo Iguaçu, situada en el sur de Brasil y construida y operada por un consorcio liderado por Neoenergía, filial de Iberdrola, entrará en operación en este mes de diciembre. La planta, que exigió inversiones por 1.600 millones de reales (unos 382 millones de euros), está situada casi al final del curso del río Iguazú entre Capanema y Capitao Leonidas, municipios de Paraná, estado de sur de Brasil fronterizo con Argentina y Paraguay.

La hidroeléctrica, responsabilidad del Consorcio Emprendedor de Baixo Iguaçu, forma parte del proyecto con el que Brasil apuesta por aumentar el uso de energías renovables y, en este caso, “busca potenciar” los recursos hídricos del país. José de Anchieta dos Santos, director presidente de la hidroeléctrica, explica a Efe que el sistema lo conforman nueve compuertas y tres generadores y que comenzará a operar en diciembre con la entrada en funcionamiento de la primera turbina, y a partir de 2019 se ejecutarán las dos restantes.

La potencia de la hidroeléctrica es de 350 MW, lo que generará la energía suficiente para abastecer a una ciudad de un millón de habitantes. Anchieta dos Santos destaca que “cerca de 4.000 trabajadores, el 70% gente local”, participaron en el proyecto a lo largo de la construcción de la obra, aunque cuando esté finalizada calcula que “la plantilla estará formada por 60 personas”.

De acuerdo con el ejecutivo de la compañía, el impacto medioambiental del sistema fue estrictamente evaluado durante todo el proceso de edificación debido a su ubicación a sólo 700 metros del límite del Parque Nacional Natural de Iguazú y a 174 kilómetros de las cataratas del Iguazú.

Guillerme Miranda de Siqueira, el gerente de Medio ambiente de la planta, subraya que “todo fue muy observado” y aunque la localización paralizó en un momento el proceso de construcción de la obra por la proximidad al área protegida del parque, el consorcio consiguió el permiso ambiental necesario al dar “prioridad a la educación, la sanidad y la seguridad en la zona”. Para cumplir las exigencias para la licencia, el consorcio puso en marcha 37 programas sociales y ambientales, que abarcan diversos aspectos como la generación de empleo local o la protección ambiental.