bruselas - El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dijo ayer que espera que la inflación aumente impulsada por el alza de los salarios, pero confirmó que mantendrán su programa de compra de bonos hasta final de año y los bajos tipos de interés actuales durante el verano de 2019.

En una comparecencia en la Eurocámara, Draghi explicó que prevén que la inflación, que en agosto se situó en el 2%, alcance el 1,7% cada año desde ahora hasta 2020, un “perfil estable” detrás del cual se encuentra un “aumento relativamente vigoroso de la inflación subyacente”.

El presidente del BCE indicó que esperan que la inflación subyacente -que mide la evolución de los precios de consumo excluyendo los de alimentos y energía- “aumente más en los próximos meses conforme el endurecimiento del mercado de trabajo eleva los salarios”.

Aunque “débil”, señaló el presidente del banco europeo, la inflación subyacente “ya ha estado aumentando” por la mayor presión de los precios domésticos. A la vista de estos desarrollos, el ente emisor europeo decidió este mes reducir el ritmo de sus compras de activos a 15.000 millones de euros al mes a partir de octubre y hasta final de año, cuando pondrá fin al programa de compra de bonos si se confirman sus expectativas.

“Anticipamos que, si los próximos datos confirman nuestra perspectiva de inflación a medio plazo, pondremos fin entonces a nuestras compras”, indicó Draghi.

Sus palabras fueron recibidas en el mercado de divisas con una subida del euro. Con todo, el dirigente del BCE insistió en que “esto no significa que nuestra política monetaria dejará de ser acomodaticia” y subrayó que mantendrán también los tipos en los niveles actuales históricamente bajos “al menos durante el verano” de 2019.

“Para que nuestras expectativas de un aumento de la inflación se materialicen, tenemos que seguir siendo pacientes, prudentes y persistentes a la hora de calibrar nuestra política monetaria”, incidió el máximo mandatario del banco emisor europeo. - Efe