ESTRASBURGO. "Los diplomáticos trabajan con una cierta discreción y sigilo, estamos en ello (...), para encontrar una solución, pero por el momento no les puedo anunciar cuál es el resultado", ha declarado a la prensa en Estrasburgo (Francia), al ser preguntado por las consecuencias para los astilleros de Navantia por la decisión de Defensa de paralizar el envío de 400 bombas de precisión a Arabia Saudí.

Borrell ha explicado que ha estado "colgado al teléfono" para hablar con el Ministerio, con embajadores y otros miembros del Gobierno de Pedro Sánchez para "encontrar una solución a esta situación", si bien ha concedido que aún no se ha llegado a una conclusión.

"Se me está poniendo una oreja en forma de península arábiga a base de tener que ocuparme continuamente de un problema que ciertamente es importante", ha bromeado el jefe de la diplomacia española, para después expresar su "respeto" por los intereses en juego que, ha dicho, son "contradictorios" y deben ser "tomados en cuenta".

"Lamento no poder anunciar nada final, pero sí (expresar) un mensaje positivo de toda la actividad que estamos llevando a cabo", ha concluido.

Este lunes, la ministra de Defensa, Margarita Robles, aseguró que el contrato de venta de 400 bombas de precisión a Arabia Saudí no ha sido suspendido sino que está en fase de estudio, igual que todos los contratos que tiene su Departamento "con cualquier país" para analizarlos "desde el rigor".

La semana pasada, su Departamento confirmó una información de la Cadena Ser según la cual Defensa había suspendido ese contrato con Arabia Saudí. Sin embargo, los trabajadores de Navantia advirtieron de que Arabia Saudí había pedido una rectificación y comenzaron a movilizarse por el contrato de las corbetas, así que pocos días después el Gobierno matizó que solo era una declaración de intenciones y que la decisión final está en manos de una comisión interministerial.