Madrid - Los fabricantes de coches en el Estado español se han lanzado a defender los nuevos coches con propulsor de gasóleo ante la imagen negativa que se está configurando en la opinión pública de los mismos en lo referente a la contaminación que emiten, un 15% inferior a los de gasolina, según Anfac.

Los mensajes negativos, cuando no contradictorios, sobre el futuro de las motorizaciones diésel que está lanzando el Gobierno español han ayudado a causar una importante distorsión en el mercado automovilístico, con un caída notable, y sobre todo muy rápida, de las ventas de coches de gasóleo y un crecimiento notable de las de motor de gasolina.

El resultado es que los concesionarios acumulan stocks de coches de motor diésel y las fábricas de motores no dan abasto para servir los de gasolina que se demandan. Si a eso se le suma los cambios de las normativa de test de emisiones y la necesidad de superar los trámites de homologaciones, el sector del automóvil está preocupado.

Así, Anfac, la Asociación de Fabricantes de Automóviles y Camiones, se ha visto obligada a salir en público en defensa de la tecnología diésel por su “eficiencia” y “bajas emisiones”, a la vez que destaca que las manifestaciones políticas en contra del los motores de gasóleo “no responden” a la realidad actual de esta tecnología y pide al Gobierno “prudencia, ponderación y diálogo”.

Anfac no ha dudado en entrar en batalla dialéctica con la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, por su frase “el diésel tiene los días contados”, porque según la primera industria del país, dichas declaraciones son “perjudiciales” paras las ventas, los consumidores y para la consolidación y transformación tecnológica de las fábricas españolas y su liderazgo mundial, y que por tanto “no responden” a la realidad. Según Anfac, las palabras del Gobierno “generan incertidumbre y debilitan las ventas de diésel nuevos. - DNA