Gasteiz - El comité de empresa de Bosch en Vitoria se reunió ayer con el Gobierno Vasco, a cuyos representantes trasladó la preocupación de los trabajadores por el futuro de la planta, “más aún tras los últimos acontecimientos” como el despido del gerente y el “abandono de la empresa de numerosas personas con cargos clave”.

La multinacional Bosch anunció en marzo del año pasado su intención de vender la planta de Vitoria, lo que motivó la movilización de sus más de 250 trabajadores ante el temor de que la operación escondiera “un cierre programado” que los dejara sin empleo en 2020. En diciembre, la dirección y la plantilla llegaron a un acuerdo sobre la situación laboral que iba a ser incluido entre las condiciones a cumplir por el futuro comprador y que recogía “la consolidación de un nuevo proyecto industrial” tutelado por Bosch durante tres años y medio desde la venta. Sin embargo el comité de empresa insistió ayer que ese acuerdo se sigue sin cumplir y que la dirección actúa con “total falta de transparencia y ausencia de información veraz y oficial”, según aseguraron en una nota. Por ello los trabajadores transmitieron ayer al Gobierno Vasco su preocupación por el futuro de la planta y le pidieron “compromisos reales que contribuyan a garantizar el futuro”. Asimismo, le solicitaron en este sentido que se posicione del lado de los trabajadores y que “insten a comprador y vendedor a que ofrezcan garantías de que el proyecto que traen tiene futuro y no es una operación especulativa”. - Efe