Bermeo -La población de anchoa del Golfo de Bizkaia goza de una salud excelente según confirman los resultados de la campaña Bioman 2018 realizada por investigadores de AZTI el pasado mes de mayo. Así, se estima una biomasa provisional de anchoa cercana a 225.000 toneladas, la más elevada de la serie histórica iniciada en 1987, y muy por encima de la biomasa límite establecida en 21.000 toneladas.
La estima definitiva se obtendrá tras analizar de manera conjunta los resultados de las campañas Bioman y Juvena de AZTI realizada esta última en otoño para estimar la cantidad de juveniles que se incorporarán a la pesquería, y la campaña Pelgas, realizada por el Instituto Francés de Investigación para la Explotación del Mar (IFREMER), amén de la información correspondiente a las capturas realizadas por la flota pesquera.
Una vez completado el informe definitivo, el grupo de trabajo de anchoa, sardina y chicharro del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) -en el que participan varios científicos de AZTI- elaborará el dictamen científico del Consejo de Gestión de la Pesca en Europa sobre los niveles de explotación de anchoa, que permitirá a la Comisión Europea establecer las medidas de gestión oportunas y el TAC (Total Admisible de Capturas) para el 2019. Con los datos aportados por AZTI todo apunta a que el tope de capturas para el 2019 volverá a ser de 33.000 toneladas, habida cuenta de la buena salud de la población de anchoa.
Pescado joven Durante el desarrollo de la campaña de anchoa de este año, los arrantzales constataron la notable presencia de pescado joven, en tanto que las capturas de ejemplares grandes fueron inferiores a las deseadas. Según los resultados de la campaña Bioman, el 83% de la anchoa presente en el Golfo de Bizkaia durante la pasada primavera, corresponde a ejemplares de un año de vida y sólo un 16% a individuos de 2 años de edad. “Bioman ha confirmado lo que nos venían diciendo los arrantzales, que había mucha anchoa en el mar pero la mayoría era joven” ha señalado Leandro Azkue, Director de Pesca y Acuicultura del Gobierno Vasco. “La campaña de anchoa de este año ha sido muy buena en cuanto a descargas pero la mayoría de capturas han sido de pescado joven cuyo único mercado es el de consumo en fresco. Se ha pescado poca anchoa grande, la destinada a la industria conservera y eso ha influido en la cotización”.
La campaña Bioman evalúa la población de anchoa adulta presente en las aguas del Golfo de Bizkaia al finalizar la primavera mediante la aplicación del método de producción diaria de huevos. “La anchoa es uno de los pilares de la economía de nuestros arrantzales y una de las especies de mayor interés comercial, aunque su volubilidad, por su corta vida y por la afección de agentes externos, hace que sea indispensable constatar cada año la cantidad de anchoa existente en nuestro mar para poder gestionar sosteniblemente su captura y garantizar su preservación” aseguró Leandro Azkue.
Rogelio Pozo, director general de AZTI Tecnalia, ha destacado que el asesoramiento con base científica proporcionado por AZTI “ha contribuido a la recuperación y sostenibilidad de esta importante especie, lo que favorece la dinamización de la actividad de la flota pesquera vasca y genera un desarrollo económico y social en Euskadi”.
Durante la campaña se ha analizado además el ADN medioambiental del agua de mar (eDNA) para analizar la presencia o ausencia de grandes cetáceos, tortugas y aves marinas en el Golfo de Bizkaia. También se han recogido muestras de la superficie del agua para analizar la presencia o ausencia de microplásticos en el mar. Además, es el tercer año en el que se realizan avistamientos de grandes predadores y aves marinas.
La investigación está financiada por el departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno vasco y la Comisión Europea dentro de la Regulación Europea de Muestreo de Pesquerías (Marco Europeo de Recopilación de Datos); y cuenta con la colaboración de la Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura y Pesca y Alimentación español, que aporta el barco oceanográfico Emma Bardán.