BILBAO - Los mayores de 55 años tienen difícil seguir cotizando hasta la edad de jubilación en el horizonte de los 67 años de edad si tienen la mala fortuna de engrosar las filas del desempleo pues este colectivo laboral ha sido uno de los más afectados durante la crisis hasta el punto de que en el periodo 2007-2017, el paro en sus filas en el conjunto del Estado español aumentó casi un 300%, según cifras de un estudio del sindicato UGT. Y, según un informe de la Fundación Adecco, las empresas que buscan personal descartan automáticamente en un 52% de los casos a los solicitantes de empleo que llegan a esa franja de edad.

Aunque el crecimiento de la economía ha ayudado a mejorar en parte su situación, el secretario general de UGT Euskadi, Raúl Arza, recordó el pasado año que el número de desempleados mayores de 55 años en la Comunidad Autónoma Vasca había alcanzado la cifra de 30.000, casi el 25% del total de parados. Y además, la gran mayoría llevaba más de dos años sin trabajo por la reticencia de las empresas a contratar a trabajadores de dicha edad.

Un informe de UGT España constata que el desempleo entre los mayores de 55 años ha aumentado nada menos que un 293% entre 2007 y finales de 2017 en el conjunto del Estado español, ya que la Encuesta de Población Activa (EPA) arrojaba 539.000 personas en paro de este colectivo de edad, el 13,7% del total de desempleados.

En un informe titulado Mayores de 55 años en el mercado de trabajo español. Una década de pérdidas, el sindicato ugetista también señala que en este periodo se ha producido un alza del 51,4% del número de personas activas por encima de los 55 años.

Desglosando el aumento por género, destaca el aumento del 90% en el caso de las mujeres, mientras que entre los hombres se ha producido una subida del 30%.

Un estudio de la Fundación Adecco señala que el 26% de las ofertas de empleo de las compañías incluyen referencias explícitas a la edad del candidato. Según el citado informe, las personas mayores de 45 años siguen siendo las más perjudicados en el reparto de ofertas de empleo. De hecho, a nivel estatal, sólo un 2,3% de las ofertas de trabajo se dirige a los profesionales del citado colectivo de edad, porcentaje que, en el caso de los mayores de 55 años, descendería todavía más.

El resultado de estos prejuicios, según el sindicato UGT, es demoledor. “Entre las personas mayores de 55 años, el 72,1 % son parados de larga duración, cuando en 2007 era el 50,8%”, según señala la secretaria de Empleo del sindicato socialista, Mari Carmen Barrera.

Otro elemento negativo a considerar es que aunque se logre encontrar trabajo a esa edad muchas veces el mismo es precario y a jornada parcial pese a que esa no es la aspiración de los desempleados de más edad.

“De las 381.100 personas mayores de 55 años que tenían una jornada a tiempo parcial en 2017, un 49,3% la aceptó de manera involuntaria, por no encontrar un trabajo a tiempo completo, 30 puntos por encima de la tasa de parcialidad involuntaria en 2007”, resaltó la citada dirigente sindical, según Efe.

El efecto de las reticencias de las empresas a contratar a mayores se traspasa a los mismos aspirantes en búsqueda de empleo que, a la vista de la cruda realidad, acaban desistiendo. Según los datos que maneja el sindicato UGT, ha aumentado en un 93% el número de personas inactivas que no busca trabajo porque cree que no lo va a encontrar, que son 178.600 mayores de 55 años en 2017, frente a 92.300 en 2007.

NO los contratan Entre las razones, según el estudio de la Fundación Adecco, que manejan las compañías para no contratar a mayores de 55 años de edad, un 65% argumenta que el profesional senior no encajará porque la mayoría de la plantilla es joven y un trabajador mayor de 55 años puede llegar “desentonar” en los equipos.

En segundo lugar, un 18% presupone que el profesional de mayor edad tendrá tendencia a exigir unos sueldos más altos, en base a su mayor experiencia laboral y que tendrá menos disposición a flexibilizar sus horarios de trabajo, debido a que se le presupone unas mayores responsabilidades familiares.

El resultado es que los miembros del colectivo de edad no siquiera llegan a tener opciones de optar al empleo en el proceso de selección.

Por último, un 17% de las empresas considera que los profesionales senior tienen unas competencias técnicas obsoletas, particularmente las ligadas al mundo digital, y ello les conduce directamente al descarte. Estos prejuicios se reflejan en la contratación: 7 de cada 10 reclutadores no ha elegido a un profesional mayor de 55 años, para incorporarlo a un equipo de trabajo, durante el último año.

Entre las propuestas para mejorar la empleabilidad del citado colectivo, desde el sindicato apuestan por planes de sensibilización que incluyan ofertas de servicios públicos de orientación, formación, recualificación e inserción. Además, el sindicato UGT propone una prestación con medidas políticas activas de empleo para las personas mayores de 55 años desempleadas, -“un colectivo muy marginado que además ve reducidas sus futuras pensiones por la falta de cotización en los últimos años”-, y que no recibe subsidio.

293%. Entre los años 2007 y 2017, con la crisis por medio, el desempleo entre el colectivo de personas mayores de 55 años de edad subió un 293%, según el sindicato UGT.

533.300 parados. El número de parados se ha reducido un 10,8% en el primer trimestre de este año, descendiendo hasta 3.796.100 personas inscritas como demandantes. Sin embargo, si desglosamos estas cifras por edad, se ve que existe un grupo que ha visto reducir sus desempleados en una proporción muy inferior a la media: los mayores de 55 años. Concretamente, en el primer trimestre de 2018 se han contabilizado 553.300, un 1,2% menos que en el mismo periodo de 2017.

Aunque cada vez hay más población mayor de 55 años obre el total de parados es significativa la cronificación de su desempleo: encuentran grandes dificultades para colocarse o reengancharse al mercado laboral, con lo que no consiguen abandonar las listas del paro.

52%

de los currículums de los trabajadores mayores de 55 años de edad son descartados automáticamente por las empresas que buscan contratar personal, según un estudio de la Fundación Adecco, la empresa de trabajo temporal.