Madrid -El Gobierno de Pedro Sánchez está estudiando llevar a cabo la equiparación de la fiscalidad del gasóleo con el de la gasolina, lo que supondría un aumento del precio del diésel de unos 9,5 céntimos por litro, aunque no afectaría al gasóleo bonificado a profesionales como transportistas y agricultores, según fuentes del Ministerio de Hacienda citadas por Europa Press. Esta podría ser una de las medidas que vean la luz en el marco de algunos cambios tributarios que analiza el nuevo Ejecutivo de Pedro Sánchez, si bien por ahora se está estudiando y no se ha tomado una decisión definitiva.

La subida de la fiscalidad del diésel ya venía recogida en los presupuestos alternativos presentados por el PSOE y también figuraba en una enmienda de los socialistas presentada a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2018 del Gobierno de Mariano Rajoy, que finalmente el nuevo Ejecutivo socialista ha decidido mantener. La propuesta consiste en la equiparación entre los tipos de gravamen que soporta el gasóleo de automoción y la gasolina sin afectar al gasóleo bonificado para transportistas y agricultores, como primera medida hacia una reforma medioambiental. De momento, la propuesta del PSOE, publicada el miércoles por Expansión, pretende revertir una medida que se adoptó hace años en la creencia de que el diésel era menos contaminante que la gasolina, ya que emitía menos CO2, ya que posteriormente se ha descubierto que los actuales motores diésel son más contaminantes que los de gasolina, al emitir más óxido nitroso. Ahora el Gobierno de Sánchez pretende penalizar su efecto contaminante.

Esta medida proporcionaría una recaudación adicional de 2.140 millones de euros si se pasase de una vez los 30,70 céntimos por litro actual de impuesto del gasóleo de automoción a los 40,25 céntimos por litro con los que se grava la gasolina, pero aplicada de forma escalonada permite obtener al año una cifra aproximada de 600 millones de euros. - DNA