Bilbao - El futuro del grupo vasco fabricante de tubos de acero sin soldadura, Tubos Reunidos, se puede complicar sobremanera tras la imposición por parte de Estados Unidos -país de destino del 40% de las ventas de la empresa- de aranceles del 25% a los productos de acero importados si la compañía no consigue recortar costes y dotarse de mayor flexibilidad, según señaló ayer su presidente Guillermo Ulacia, con motivo de la junta de accionistas celebrada en Bilbao.
En el exterior, trabajadores de Productos Tubulares (PT) se concentraron en protesta por su situación laboral. Así, los sindicatos ELA, LAB y ESK exigierion a la dirección y accionistas de Tubos Reunidos que desista de su pretensión de recortar las condiciones de trabajo en su filial y achacaron la situación de la empresa a la mala gestión del equipo directivo.
Ulacia reconoció que están negociando con los sindicatos de PT una serie de medidas para recortar los costes y poder volver a la senda de la rentabilidad, que pasan por recolocar en otras plantas del grupo a un máximo de 50 trabajadores de PT que se harían cargo de labores ahora externalizadas y por una reducción de sueldos de hasta el 25%. La empresa se compromete a mantener de una forma u otra los 424 empleos.
De no alcanzarse un acuerdo el futuro de una empresa siderúrgica en pérdidas y afectada por los aranceles en su primer mercado, el norteamericano, se complicaría de manera notable, según reconocen los responsables de la compañía. No hay que olvidar que pese a la mejora en las cuentas tras la implantación de diversas medidas de racionalización de la actividad productiva y comercial, a través del plan Transforma 360º, y pese a la mejora de la demanda en el mercado, el grupo Tubos Reunidos, con unos elevadísimos costes de transformación, no consigue generar los márgenes suficientes para salir de los números rojos. De hecho, los accionistas aprobaron ayer unos resultados correspondientes a 2017 que contemplan unas pérdidas de 32 millones de euros, 18 millones menos que en 2016, pese a que las ventas crecieron un 60% hasta los 312 millones y el resultado bruto o Ebitda ascendió a 11,8 millones de euros frente a los casi 15 millones negativos del ejercicio precedente pero la compañía está lastrada por una deuda de 213 millones, cuyos préstamos hay que seguir pagando.
El arancel del 25% a los tubos que vende en Estados Unidos es un verdadero problema porque el mercado estadounidense es “el primer destino de nuestras ventas de tubos. Las grandes inversiones por importe de 175 millones realizadas en los últimos años han tenido como objetivo mejorar nuestros productos destinados al mercado de oil&gas, básicamente en EEUU. Y no las hemos conseguido rentabilizar”, afirmó Ulacia.
Ulacia recordó que el grupo exporta el 85%, el 70% a países del área dólar y el 40% a Estados Unidos, y aunque han pedido a los clientes norteamericanos que acepten un recargo en los precios de los tubos del 25% no saben si aceptarán o se inclinarán por suministradores más baratos. En todo caso, afirmó, “la incertidumbre es total porque además los tubos que no se puedan vender por parte de otros fabricantes con esos aranceles en Norteamérica se desviarán a otros mercados iniciando una guerra de precios a la baja que afectaría a los márgenes”.
175
millones de euros ha invertido Tubos Reunidos los últimos años. El objetivo es mejorar los productos del segmento del oil&gas, principalmente de cara al mercado estadounidense, que es el que ha cerrado la puerta. Exposición a EEUU. El 40% de las ventas anuales de la empresa alavesa tiene como destino Estados Unidos, lo que da medida del impacto de los aranceles.