vitoria - La globalización económica, internet y la digitalización han traido una constelación de anglicismos entre los que destaca el de blockchain o cadena de bloques, un concepto muy escuchado pero del que pocos tienen claro su significado y su utilidad. Blockchain es una tecnología basada en internet y la digitalización que implica una cadena de bloques que sirve para realizar cualquier tipo de transacciones económicas, de activos, de información y un largo etcétera sin necesidad, y esto es importante, de intermediarios que las aseguren. Y que permite reducir los costes de una transacción, incluido uno de los más altos el de asegurar la confianza entre las partes.
Según los impulsores de esta tecnología, el blockchain puede constituirse en una especie de notario virtual descentralizado. Por ejemplo, si un miembro de la red quiere hacer una transferencia económica a otro, la envía en un mensaje cifrado (denominado token) que se almacena en un bloque (los bloques se van enviando según se van creando). Ese mensaje debe ser verificado por los demás nodos de la red, de tal manera que si todos lo verifican, la operación es correcta. Si todos tienen la misma información, esa información se considera cierta y es la que vale.
Se podría decir que es una gran base de datos, una especie de libro de contabilidad a nivel mundial, en el que participa cada uno de los integrantes de esta cadena, eliminando los intermediarios a la hora de, por ejemplo, transferir dinero a terceros. De hecho, blockchain surgió para la transacción de la moneda virtual bitcoin pero se está empleando para más actividades. Y es que se trata de una tecnología que evita en buena parte los ciberataques de hackers. Esto es así porque les resultaría casi imposible introducirse en todos los ordenadores que componen esa red (de tipo P2P). Otra ventaja es que no es necesario conocer la identidad de la persona que realiza la transacción, solo hay que llevarla a cabo y que todos los nodos comprueben si existe ese, por ejemplo, dinero y si hay la cantidad que se transfiere. Si lo verifican queda grabado en la base de datos que comparten.
Antonio Requena, de PWC, señaló días pasados en una jornada organizada por APD en Bilbao que el blockchain habilita un nuevo modelo de prestación de servicios sobre un sistema de confianza distribuida. La tecnología blockchain será disruptiva porque la cultura de compartir servicios transformará muchos procesos, lo normal será lo digital, el “customer intelligence” será lo que defina qué procesos serán productivos, la inteligencia artificial reemplazará procesos manuales actuales, los servicios en la nube dominarán la infraestructura tecnológica y la ciberseguridad será prioritaria en todos los servicios.
El caso de Medwhat Esta tesis la suscribe Fernando Macho, cofundador de la iniciativa www.medwhat.com, empresa desarrolladora de inteligencia artificial y colaborador de Linda Health Care, un servicio de asistencia medida virtual, y uno de los expertos vascos en el área de blockchain. Este emprendedor y consultor trabaja en Medwhat, una startup surgida con la colaboración de la prestigiosa Universidad de Stanford y que utiliza la tecnología de cadena de bloques. Medwhat es un asistente médico virtual, con un modelo negocio B2B, clientes empresas o instituciones (sistemas públicos de salud, privados, hospitales, laboratorios, clínicas, farmacéuticas, etc) que desarrolla chatbots de última generación. “Este médico virtual sólo es factible pagándolo a través de una criptomoneda propia creada bajo tecnología blockchain por la firma Linda Healthcare”.
Según Macho, “el blockchain está cada vez presente en más sectores de la actividad económica y de la sociedad”. Esta tecnología se puede utilizar ya “desde el campo de la alimentación, donde los consumidores pueden estar al corriente del proceso de preparación de un producto, hasta la medicina o los medios de comunicación”. El blockchain es una tecnología paralela a internet, “y que no matará a la red tal y como la entendemos hoy”, aplicable a a cualquier ámbito del conocimiento y no solo a las criptomonedas como algunos señalan. “Acorta procesos, reduce costes, aumenta la seguridad, certifica los datos para evitar fraudes etc” señala Fernando Macho. La sanidad pública, por ejemplo, “podría sufrir una verdadera revolución con un sistema de cadena de bloques que sirviera para registrar todo tipo de historiales médicos”. Y se puede aplicar en los seguros médicos privados, haciendo sistemas y coberturas a medida de cada cliente. Según el consultor, entre otras cosas, también facilitará y agilizará el transporte marítimo pues simplificará y hará más rápidas las operaciones de importación-exportación.
El consultor Jose Miguel Cigaran, un convencido de las excelencias del blockchain, señala que las pymes, y destaca por ejemplo a empresas de alimentación, se beneficiarán de este modelo, que permite digitalizar todo el proceso de exportación mediante el contrato inteligente.
¿Qué es? El blockchain o cadena de bloques es una tecnología basada en internet que configura una base de datos distribuida, descentralizada y segura (cifrada) que se puede aplicar a todo tipo de transacciones. Esa cadena de bloques tiene un requisito importante: debe haber varios usuarios (nodos) que se encarguen de verificar esas transacciones para validarlas y que así el bloque correspondiente a esa transacción (en cada bloque hay un gran número de transacciones) se registre en ese libro de cuentas.
El consultor vasco Fernando Macho, de Medwhat, indica que aunque el blockchain surgió con el bitcoin “es una tecnología aplicable a todos los ámbitos del conocimiento”.