Bilbao - Eroski ha iniciado recientemente la negociación para refinanciar su deuda y la afronta con buenas expectativas tras haber ganado cuota de mercado el año pasado. Una vez “cumplidos los compromisos” fijados en el anterior acuerdo, que expira el 31 de julio de 2019, la cadena vasca de supermercados considera que se ha despejado cualquier duda sobre su viabilidad y que puede sortear la posibilidad de dejar de ser una cooperativa.
Es una de las condiciones impuestas por la banca acreedora en 2015 durante el anterior proceso negociador. Una de las cláusulas del acuerdo establece que si Eroski incurre en algún incumplimiento de lo pactado con sus acreedores, éstos podrán exigirle el cambio de estructura societaria para abrir la puerta a inversores y reflotar el proyecto.
La dirección de la compañía vasca considera que no se ha llegado ni mucho menos a ese extremo. La deuda se ha reducido en 1.500 millones de euros desde 2007 y el esfuerzo ha sido considerable teniendo en cuenta que gran parte de ese ajuste se ha producido durante la crisis. Fuentes de Eroski consultadas aseguran que los acuerdos de refinanciación cerrados en 2015 se han cumplido por su parte en su totalidad. Añaden que en las reuniones que se han mantenido hasta ahora la banca no ha planteado como exigencia la conversión en Sociedad Anónima.
Con todo la negociación será compleja de modo que ambos lados de la mesa han decidido iniciar ya el diálogo a pesar de que todavía queda más de un año para que venza el acuerdo actual. Eroski tiene que devolver a finales de julio del próximo año 1.600 millones de euros y quiere alargar la vida de esa deuda. No hay plazos para hacerlo, pero la cooperativa quiere hacerlo “lo antes posible” para planificar el ejercicio 2019 con todas las claves sobre el tablero. A su juicio, los acreedores tampoco tienen interés en que el proceso de prolongue mucho tiempo.
Los resultados del año pasado, que se harán públicos a finales de mayo, serán una baza de Eroski en la negociación. El grupo vasco de distribución mejoró posiciones en 2017 a pesar de la creciente competencia en casa con el despliegue de Mercadona a Euskadi.
la carga de la deuda La recuperación económica ha reactivado las ventas y además los diferentes mecanismos de fidelización que se han puesto en marcha están surtiendo efecto. El circuito de la economía vuelve a funcionar y hace girar las ruedas de la compañía. Sin embargo, es complicado avanzar a buen ritmo cuando se arrastra una deuda de en torno a 2.200 millones de euros. Aligerar esa carga es clave para la compañía de cara a su desarrollo en el futuro, pero también para la banca acreedora, que sabe que la mejor fórmula de recuperar el dinero prestado es dar margen al deudor para que progrese en su negocio. Evitar en definitiva que la carga financiera termine asfixiando el capítulo comercial.
El interés es mutuo y así ha quedado patente en las reuniones mantenidas, según explican las citadas fuentes de Eroski. El juego de tira y afloja habitual en cualquier negociación ha podido generar alguna filtración o lectura interesada que ha trascendido a la prensa, pero el grupo cooperativo está tranquilo en ese campo. Ni hay riesgo de que Eroski deje de ser cooperativa ni la banca ha rechazado de partida la refinanciación de la deuda como se ha trasladado, afirman.
El objetivo de ambas partes es alcanzar un acuerdo en este primer semestre. Los resultados de 2017, que están a punto de ver la luz y que reflejarán un avance en el negocio, pueden facilitar el proceso. Al parecer, en un momento en el que agentes como Amazon y la entrada de Mercadona en el feudo tradicional de Eroski, algunos bancos podrían tener recelos en torno a su plan de crecimiento.
La compañía confía en poder despejar cualquier duda, si la hubiera, con la cuenta financiera del año pasado. Si se cumplen las previsiones, Eroski volverá a presentar en unas semanas unos resultados con beneficios netos, apoyados, entre otras cuestiones, en un repunte de las ventas. Con esa perspectiva, durante los últimos ejercicios se ha adelantado el pago de la deuda. Así, en el último curso auditado (2016) se amortizaron 500 millones de euros, 200 millones por encima de lo pactado con la banca. Gestos como ese dan credibilidad a la compañía y refuerzan su posición de cara a la refinananciación.
Condiciones. Una de las cláusulas del acuerdo actual para el pago de la deuda establece que los bancos pueden obligar a Eroski a dejar de ser una cooperativa para que entre un socio que reflote el proyecto.
El ‘pool´ bancario. El principal acreedor de la cooperativa es el Banco Santander (520 millones de euros) seguido de BBVA (350), Caixabank (255), Sabadell (175), Kutxabank (117) y Laboral Kutxa (69). Otros 640 millones se los reparten varias entidades.
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La deuda de Eroski ronda los 2.200 millones de euros. El acuerdo con la banca acreedora conlleva la devolución de 1.600 millones el 31 de julio del próximo año.