donostia - La actividad comercial de Laboral Kutxa en 2018 se centrará en el negocio mercantil, la comercialización de seguros y la diversificación del pasivo hacia figuras de intermediación ajenas a balance. El presidente de la entidad vasca, Txomin García, afirmó ayer que la entidad generará valor para sus clientes “desde sus principios y valores y a través de un modelo omnicanal”.
Laboral Kutxa celebró ayer su Asamblea General Ordinaria, en la que se aprobaron las cuentas anuales relativas al ejercicio 2017, junto al resto de los puntos propuestos en el orden del día. En un comunicado, la entidad subrayó que los socios de la cooperativa de crédito vasca que se dieron cita en el auditorio principal del Palacio Kursaal de Donostia mostraron su apoyo “unánime” a la gestión llevada a cabo durante el pasado ejercicio y, seguidamente, conocieron las principales líneas de actuación establecidas para este ejercicio.
En la asamblea tomó la palabra el presidente de Laboral Kutxa, que enumeró “los principales retos estratégicos” a los que se debe enfrentar la entidad y reveló “las claves para afrontarlos con plenas garantías”. García dibujó un entorno bancario sometido a una “gran presión” regulatoria que encarece las exigencias de capital, al que se añaden “nuevos hitos normativos” que tendrán especial incidencia en el futuro inmediato, como la ley de protección de datos, la nueva Ley Reguladora de los Contratos de Crédito Inmobiliario y otros elementos de reporte, relacionados con la información para el control de riesgos que las entidades deben facilitar a los organismos supervisores. Según subrayó, Laboral Kutxa ha adecuado sus estructuras y procesos “para cumplir con todas las exigencias”.
En el ámbito de la digitalización, el presidente de Laboral Kutxa señaló que la entidad se enfrenta “al desafío de acometer una transformación de gran calado para dar respuesta a las nuevas demandas en un entorno mucho más competitivo, en el que la tecnología no solo redefine el modelo de relación con el cliente, sino que transforma el propio modelo de negocio”.
En este sentido, afirmó que la respuesta de Laboral Kutxa es “la omnicanalidad a través de un modelo híbrido, adecuando la oficina física y los roles de las personas a una estrategia multicanal”. Las prioridades de la entidad de los próximos años se asentarán en tres ejes principales como son la gestión comercial, la transformación digital y la gestión de personas.
El director general de Laboral Kutxa, Julio Gallastegui, marcó las pautas de gestión para el presente 2018 y proyectó un escenario donde la rentabilidad del negocio recurrente va a continuar condicionada por el comportamiento de tres variables significativas como son la evolución del crédito, los tipos de interés y la morosidad.
mejora de resultados Gallastegui mostró su confianza en una progresiva mejora de la inversión crediticia. Respecto a la actividad comercial de la red de ventas, las directrices para 2018 indican un enfoque orientado al negocio mercantil, la comercialización de seguros y otros servicios que favorezcan la cuenta de resultados y la diversificación del pasivo hacia figuras de intermediación ajenas a balance.
A pesar de la dificultad para generar negocio típicamente bancario por la “extraordinaria” situación de tipos de interés, Laboral Kutxa logró 121,4 millones de beneficio después de impuestos, lo que supone un incremento del 9,1% respecto al ejercicio 2016. - E.P.