BILBAO - El vicepresidente del Comité Económico y Social Europeo (CESE), el portugués Gonzalo Lobo, destacó ayer que Euskadi “es el ejemplo mayor de que es posible una economía más sostenible”. Lobo intervino en Bilbao en la presentación del dictamen del CESE -un organismo consultivo que representa a las organizaciones de trabajadores y empresarios, similar al CES vasco pero a nivel europeo- sobre Nuevos Modelos Económicos Sostenibles.
El vicepresidente del CESE elogió el modelo vasco de clústeres -las asociaciones de empresas de un mismo sector-, que son “una referencia” de cooperación. En la misma línea, el viceconsejero vasco de Economía, Alberto Alberdi, destacó tanto la experiencia de los cluster como la de las cooperativas, “un modelo de empresa inspirado en las personas y la comunidad. La cooperación es la seña de identidad de Euskadi y tiene un gran potencial de desarrollo”, agregó.
El dictamen del CESE, hecho público en octubre, presenta diez recomendaciones a la Unión Europea para afrontar los retos que se plantean con los nuevos modelos de economía circular y colaborativa y cómo hacerlas compatibles con la sostenibilidad. “Los poderes públicos deben apoyar a los empresarios que innovan acogiéndose a estos conceptos, pero también deben mantener un espíritu crítico con respecto a sus intenciones y a su repercusión real”, establece el dictamen, presentado por su componente, Carlos Trias. De hecho, considera que el impacto real de los nuevos modelos económicos denominados sostenibles es cuestionable. Por ejemplo, los viajes compartidos en automóvil de larga distancia compiten directamente con el tren mas que con el uso individual del automóvil.
También cuestionan el paso de la propiedad al uso: por ejemplo, las empresas que ofertan el alquiler en vez de la venta de teléfonos inteligentes tienden a proponer a sus usuarios una renovación acelerada de los aparatos, no su reciclaje. “La economía compartida plantea cuestiones importantes en materia de monopolización, protección de datos, legislación laboral, fiscalidad de los intercambios o competencia con los modelos económicos tradicionales, como sucede con las plataformas de alojamientos entre particulares”, establece el dictamen.
La jornada de ayer sirvió para presentar la incorporación de Euskadi a la red internacional de Nueva Economía e Innovación Social (NESI), que trabaja por los modelos económicos sostenibles. Clústeres como Aclima, o el de medioambiente, ayuntamientos como el de Gasteiz o los guipuzcoanos integrados en Beterri-Burun-tza, universidades, empresas y fundaciones forman ya parte de esta red.
Por su parte, el viceconsejero Alberto Alberdi aseguró que “la buena marcha” de la economía de Euskadi “está favoreciendo una normalización de las finanzas públicas”, que permitirá “adelantar la vuelta del déficit y la deuda a parámetros de sostenibilidad en un par de años”. Según defendió, esa coyuntura proporcionará “margen de maniobra” para afrontar “retos pendientes en materia de inversiones”.
El viceconsejero dijo que, “después de los rigores de la larga recesión”, la economía vasca “viene creciendo a un ritmo del 3%, con una mejora de la productividad que se acerca al 1% y que permite una importante generación de empleo”, lo que hace “visualizar ya” la reducción del paro “al entorno del 10%” y “que se dé una mejora clara en los indicadores de cohesión social e igualdad”. Por ello, las políticas públicas van a contar con un mayor margen para avanzar en aspectos clave de la sostenibilidad, social, económica, ambiental o de la propia población”, puntualizó Aberdi. - DNA