donostia - Directora Gerente y socia de Bolueta Engineering Group, que agrupa a dos empresas del sector industrial metal con sede en Galdakao -Metalúrgica Bolueta y Metalúrgica Bengoetxe, dedicada al mecanizado de piezas de precisión y que emplea a 80 personas- Lourdes Moreno reconoce haberse reinventado como profesional y también como persona.

Esta donostiarra que ya se ha acostumbrado a los baches de la autopista en su ir y venir diario define su evolución personal y profesional “como de continuo emprendimiento, de reinventarse continuamente”.

Lourdes, máster en Política Científica en Sussex y MBA en Insead trabajó durante 15 años en Londres en el sector financiero; fundó la primera red de Business Angels en Euskadi Crecer+, además de directora es socia de la empresa Bolueta Engineering Group, “una empresa con problemas de sucesión pero con futuro”, que decidió comprar hace dos años junto a un socio inglés de origen indio y otro socio local.

“Estamos transformando un taller de mecanizado grande a la antigua usanza en una empresa de servicios de ingeniería mecanizada. Nuestro objetivo es convertirla en una organización moderna y digitalizada. Estamos inmersos en este proceso y hemos empezado por las personas, porque variar sus hábitos de trabajo es complicado”, apunta la copropietaria y directora de la entidad que tiene una plantilla de entre 75-80 personas.

Su vuelta a San Sebastián resultó muy complicada, porque dejó un puesto fantástico en Inglaterra con el que viajaba por toda Europa, pero que le impedía conciliar con su hija. “Me planté porque tenía que viajar mínimo dos veces a la semana y me dije a mí misma que para eso no había tenido a mi hija; la dedicación en banca era de 24 horas”, apunta.

“Todos mis contactos estaban en Inglaterra o en Madrid; tuve que empezar de cero y lo hice entrando en contacto con las startups, que fue cuando conocí a mi socio inglés actual. Pero fue duro y muy difícil. Fíjate si habré hecho operaciones de inversiones en banca arriesgadas y potentes, pero la compra de esta empresa fue la más difícil de mi vida. Porque me la estaba jugando, y todavía estoy en este proceso, pero muy ilusionada porque todo nuestro empeño en sacar adelante el proyecto tiene que salir bien”,

Lourdes reconoce ser una conversa de las cuotas. No tiene ninguna duda de que son necesarias. Cuando estuvo trabajando en inversiones vio que las estadísticas eran demoledoras. Observó que en su banco no había manera de mejorar la ratio hombre/mujer; imposible hacerlo de manera natural; “Por muchos méritos que hiciera la mujer no conseguía ascender. El informe que pasé al banco era que si querían mejorar el número de mujeres arriba no valía con reclutar mujeres abajo, tendrían que reclutarlas en la cúspide”.

Como profesional en continuo emprendimiento no entiende por qué no hay mujeres en ciencias. “A las mujeres se nos dan igual de bien que a los hombres las ciencias y las letras. No hay ningún obstáculo en la naturaleza femenina para que sea de otra manera”, sentencia. Y al tiempo quiere recordar a su hija Patricia “de 15 años y la mejor decisión de mi vida”, a la que se le dan de maravillas las matemáticas, y la física y las ciencias. “Ha estado en Inglaterra cuatro meses y le han dado varios premios y una beca para estudiar allí”, dice orgullosa. Ella necesita un femenino en igualdad de oportunidades. N.L.