Bilbao - La positiva evolución del sector industrial vasco en el recién finalizado 2017 ha propiciado un aumento del consumo energético de Euskadi confirmando que la recuperación económica ya es una realidad. Pese a la constante mejora en eficiencia de los equipos, la industria vasca, intensiva en el uso de energía en sectores como la siderurgia, el papel o el vidrio, ha tirado al alza del consumo hasta el punto que Euskadi registró un crecimiento del consumo eléctrico y de gas del 2,3% en 2017, según los datos del Ente Vasco de la Energía (EVE).
La combinación del repunte industrial en diciembre y el tiempo frío hizo que en diciembre, el consumo eléctrico en Euskadi aumentase un 4,9% respecto al mismo mes de 2016. Por sectores, en diciembre la industria aumentó el consumo un 3,8% y el sector doméstico el 12,3%, mientras que el sector servicios lo reducía el 0,4%.
Este crecimiento consolida el cambio de tendencia que se produjo en 2015, año en el que se volvió a crecer la demanda de energía en el País Vasco tras contabilizar descensos desde el año 2010 por efecto del parón de actividad derivado de la crisis de 2008.
Un aspecto a destacar es que el incremento del consumo se ha dado pese a la mejora continua de la eficiencia energética o lo que es lo mismo cada vez se necesita menos energía para producir una misma cantidad o para recorrer los mismos kilómetros, algo que se ve bien en la tendencia de los automóviles a reducir el consumo de gasolinas. La intensidad energética, la relación entre el consumo energético y el Producto Interior Bruto (PIB) está más de dos dígitos por encima de la del año 2007, el último antes de la crisis.
El incremento del PIB de la CAV, del 2,9% en el pasado año, llegó de la mano de un aumento de la producción industrial del 3%. Una cifra notable en la actual coyuntura y determinante en el aumento de la demanda de energía en Euskadi porque no hay que olvidar que el sector industrial representa más del 40% del consumo energético vasco superando incluso al sector del transporte.
En el recién finalizado 2017 ha sido, pues, el sector industrial el que ha tirado del carro eléctrico con un crecimiento del consumo del 4,1%, un dato que contrasta con el mínimo descenso del 0,9% en la demanda de electricidad en el sector servicios y sobre todo con la caída del 1,7% en el sector doméstico. Esto -más allá de las mejoras tecnológicas que reducen el consumo, caso de la iluminación led o los nuevos electrodomésticos más eficientes- confirmaría que pese a la mejora macroeconómica, los ciudadanos de a pie no terminan de ver concretada la recuperación en sus bolsillos.
Con una mayor actividad industrial vasca, las empresas de sectores que utilizan más energía en sus procesos productivos porque, por ejemplo, usan hornos que trabajan a altas temperaturas, son las que más han incrementado el consumo de energía.
Así, sectores como el del vidrio, con empresas líderes como Vidrala o Guardian, han aumentado un 6,5% su consumo; la siderurgia y fundición, con compañías como Sidenor o Arcelor Mittal que ha retomado la actividad en la ACB Sestao, han propiciado una subida del 6,4% en la demanda, por encima del sector químico, con un 6,2% más o el sector del cemento, 4,2% de aumento de la demanda de energía en el pasado año.
El pasado 2017 ha sido un año con un tirón importante del consumo de gas natural tanto en Euskadi como en el Estado. Hasta el punto de que el puerto de Bilbao que acoge a una de las plantas regasificadoras más importantes del Estado español trasegó casi 2 millones de toneladas de gas natural, una cifra que representa un incremento de nada menos que el 69% respecto a las cantidades del precedente 2016.
Al mayor consumo de gas en la industria se le sumó en 2017 una notable mayor utilización del gas como materia prima para generar electricidad en las centrales térmicas de ciclo combinado, de las que Euskal Herria tiene en Zierbena, Santurtzi, Amorebieta y Castejón.
La sequía del pasado año limitó sobremanera la producción hidroeléctrica en el Estado español obligando a poner en marcha en mayor medida de lo habitual a las centrales de gas. Para hacerse una idea de los efectos de la sequía, el mayor productor hidroeléctrico del Estado español, Iberdrola vio como su producción de electricidad en los saltos de agua cayó el pasado año casi un 57%.
Así, el consumo total de gas natural creció el 5,8%, desglosado entre el 15% en las centrales térmicas de ciclo combinado y 4,2% en el resto de los sectores. En España, el consumo de gas aumentó el 9,8%.
Electricidad. El consumo acumulado de electricidad en la CAV ascendió un 2,3%. La demanda de energía eléctrica en la industria creció el 4,1%. En el sector servicios bajó un -0,9%y en el sector doméstico se redujo en un 1,7%. Por sectores industriales, el vidrio, +6,5%; la siderurgia, +6,4%; la química, +6,2% y el cemento, +4,2%, lideraron el crecimiento de la demanda de energía eléctrica en 2017.
Gas Natural. El consumo de gas en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa aumentó un 5,8%. Destaca el notable aumento del 15% de la demanda como materia prima para generar electricidad en las centrales de ciclo combinado.
40%
la industria concentra más del 40% de la demanda energética del País Vasco.