La tendencia demográfica juega a favor de los jóvenes vascos a la hora de buscar empleo. El envejecimiento de las plantillas es una realidad que abrirá muchas puertas en los próximos años, hasta el punto de que cuatro de cada cinco ofertas llegarán por esta vía. Cálculos de Lanbide elevan a 477.000 las oportunidades totales de empleo que surgirán hasta 2030, concentradas sobre todo en comercio y en los grandes servicios, en especial la sanidad y la asistencia social. La industria es, con diferencia, el sector más envejecido pero la demanda de mano de obra no será tan alta. Los avances tecnológicos y las propias necesidades del mercado harán que muchas salidas por jubilación en empresas industriales no sean cubiertas.

Los técnicos de Lanbide han elaborado dentro del proyecto europeo Replay Vet para mejorar la empleabilidad de los parados sin cualificación una serie de proyecciones sobre cómo evolucionarán a nivel laboral las distintas ramas de actividad en la próxima década. Las puertas al mercado de trabajo surgen por dos vías: el aumento de la actividad y la sustitución de trabajadores que se jubilan. Aunque se espera que la economía siga creciendo y que las empresas aumenten su plantilla, la mayor parte de los jóvenes que empiecen a trabajar los próximos años lo harán para sustituir en su puesto a una persona que se jubila. Pero, ¿en qué sectores surgirán las oportunidades?

Los cálculos de Lanbide sitúan el foco principal en el comercio, donde aparecerán 73.000 ofertas de empleo hasta 2030, el 15% del total. Unas 50.000 son por reemplazo de personal que se retira y el resto están vinculadas al incremento de la actividad comercial -incluye reparación de vehículos-. El ritmo de creación de nuevos puestos de trabajo netos en el comercio es bastante bueno y de hecho supera la media del mercado laboral vasco a pesar del empuje de las plataformas de compra online.

Como segundo motor de empleo aparecen los grandes servicios sociales, en especial la sanidad, de los que tira en gran medida la administración. Ya hay Ofertas Públicas de Empleo (OPE) a la vista en los principales ámbitos del sector público vasco y seguirá habiendo oposiciones los próximos años para ir cubriendo las salidas del amplio colectivo de funcionarios que tienen ahora entre 50 y 60.

La sanidad, incluyendo el sector de asistencia social, destaca por encima de los demás servicios y se espera que concentre 52.000 oportunidades laborales en la próxima década. Como en el caso del comercio, presenta un balance equilibrado con unas 40.000 ofertas por sustitución de personal que se retira y otros 12.000 nuevos puestos de trabajo que serán consecuencia del incremento de la demanda. Esta misma primavera está programada una OPE con más de 3.300 plazas en Osakidetza y algunos sindicatos sostienen que la necesidad de personal es incluso mayor. El envejecimiento de la población es otro factor clave que mantendrá al alza la contratación en los servicios de atención de personas mayores.

Un escalón por detrás aparecen como motores del empleo ramas terciarias como la educación, el transporte, las actividades profesionales y la administración propiamente dicha. Rondan en los cuatro casos las 40.000 nuevas ofertas de empleo aunque el peso de la demanda de reemplazo es mucho mayor en el sector público y en la educación que en el transporte, donde sí habrá un aumento significativo del volumen de las plantillas.

Las previsiones de Lanbide reflejan que, como viene ocurriendo en los últimos años, la economía y el empleo seguirán mirando a los servicios para crecer. Estos seis primeros sectores de la lista concentran el 60% de todas las oportunidades de empleo que se crearán hasta 2030 en Euskadi. Si se suman la hostelería y las actividades de oficinas, que aparecen por detrás de la industria, el porcentaje roza el 75% del total.

relevo en la industria La industria apunta a una evolución muy descompensada. Las plantillas están envejecidas como en ningún otro sector y las empresas industriales demandan gente joven, pero esa necesidad de reemplazo contrasta con una tendencia a la baja del empleo que depende de la actividad económica.

En números, la industria es el sector que más jubilaciones soportará, más de 63.000, pero se cubrirán solo 36.000. Esa es la cifra final de oportunidades laborales que surgirán en los próximos años, según las estimaciones del Servicio Vasco de Empleo, con lo que el balance neto del sector será de 27.500 empleos menos. Así, el número total de trabajadores de la industria vasca caerá a 156.000 en 2030, un 14% menos.

El Gobierno vasco ha puesto en marcha incentivos para incrementar el peso de la actividad industrial hasta el 25% del PIB y en términos brutos el sector está dejando cifras positivas tanto en actividad como en empleo. En la ecuación a medio plazo, en cambio, entran de lleno variables globales como las nuevas tecnologías y la robotización que limitan la necesidad de mano de obra. Como muestra la transformación reciente de la ACB de Sestao, sometida a una dieta de costes laborales para reconvertir una acería clásica en un centro con la I+D como bandera. Las salidas que trazan los inversores para fábricas en concurso como CEL o Vicrila conllevan también importantes ajustes.

El nuevo modelo industrial, con todo, mantendrá un efecto tractor sobre el resto de la economía y será decisivo en los números de empleo de servicios como el transporte, la actividad profesional y técnica o el propio comercio. En cuanto a la construcción, generará 22.000 ofertas de trabajo, la mayoría vía jubilaciones.