Luis de Guindos aspira por segunda vez a un gran puesto en las instituciones europeas, en este caso la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE), una competición que afronta con la confianza de que la plaza será para España y con la baza de su reconocimiento como ministro de Economía. De Guindos es desde esta semana el candidato formal del Gobierno para sustituir al portugués Vítor Constancio en la vicepresidencia del BCE, una institución en la que España tuvo una vocalía que perdió en 2012 y que ahora pretende recuperar.
Diferentes miembros del Ejecutivo, entre ellos el propio De Guindos, se han mostrado convencidos de que España volverá a estar representada en el BCE.
No obstante, el ministro español tendrá que enfrentarse al resto de los candidatos que opten al puesto, aunque por el momento sólo Irlanda ha anunciado que presentará al gobernador del Banco Central Irlandés (ICB), Philip Lane.
De Guindos había evitado desvelar su interés por el puesto hasta el último momento, aunque se rumoreaba desde hacía meses, después de que no optara en diciembre de 2017 a la presidencia del Eurogrupo, algo que ya había hecho en 2015 cuando se impuso el holandés Jeroen Dijsselbloem.
Ahora afronta la competición con su credencial como ministro de Economía durante la peor crisis económica de las últimas décadas, en la que saneó la banca y dirigió las negociaciones con Bruselas para evitar el rescate del país.
Le avalan además los líderes de las diferentes entidades financieras españolas, que en las últimas semanas han defendido su candidatura aunque todavía no se había anunciado, y su propia experiencia en el sector financiero.
Tecnócrata independiente, De Guindos llegó al Gobierno en la primera legislatura de Mariano Rajoy procedente del sector privado, donde tenía más experiencia que en el público pese a ser funcionario de carrera, miembro del Cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado.
En la empresa privada se labró un prestigio que no se vio afectado por el hecho de haber sido presidente ejecutivo de Lehman Brothers para España y Portugal cuando el banco de inversiones estadounidense quebró.
Rajoy le llamó para formar parte del Gobierno cuando era responsable del sector financiero de PricewaterhouseCoopers (PwC) en España y consejero independiente de BMN, el banco fruto de la fusión de Caja Murcia, Caja Granada, Caixa Penedés y Sa Nostra, que acabó nacionalizado por el propio De Guindos.
Las recetas contra la crisis que defendió desde el sector privado, su habilidad para tender puentes y su desenvoltura en el ámbito internacional llevaron a Rajoy a pensar en él aunque no perteneciera al partido, hecho que le ha generado tanto críticas como alabanzas.
Pero a la política llegó mucho antes, de la mano del exministro de Economía Rodrigo Rato, quien en diciembre de 1996 le nombró director General de Política Económica y Defensa de la Competencia, y en 2002 le ascendió a secretario de Estado de Economía. El reconocimiento de Europa le ha llegado sobre todo con sus medidas para sanear la banca española en tiempo récord.
En verano de 2012, con el coste de la financiación española en máximos y varias entidades necesitadas de fondos públicos, De Guindos decidió que era el momento de pedir auxilio a Europa. Los 40.000 millones que se inyectaron a la banca (22.000 de ellos a Bankia) sirvieron para sortear el rescate del conjunto de la economía, que a partir de entonces recuperó poco a poco la confianza del mercado y abarató su financiación.
El escándalo político más importante en el que se ha visto envuelto De Guindos en estos años ha sido el nombramiento fallido de José Manuel Soria para un cargo en el Banco Mundial, después de que el exministro de Industria se viera obligado a dimitir por su participación en empresas que operaban en paraísos fiscales.
También generó críticas en su día el nombramiento de su sobrina Beatriz de Guindos como directora de Competencia en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que dimitió un día después de ser designada. Nacido en Madrid en 1960, De Guindos está casado y tiene dos hijos. - Efe