bilbao - La Confederación Empresarial de Bizkaia lamentó ayer los escasos frutos que está dando la negociación colectiva en Euskadi y culpó a los sindicatos de apostar por una estrategia que “dificulta” los acuerdos. En ese sentido, el secretario general de Cebek, Francisco Javier Azpiazu, advirtió a los representantes de los trabajadores de que si no cambian de enfoque, “cada vez más convenios vascos” serán sustituidos por los pactos de nivel estatal.
“El proceso de deslocalización de la negociación colectiva es imparable” bajo los parámetros que guían actualmente a las centrales sindicales, subrayó Azpiazu. A su juicio, si las posturas sindicales en los convenios no van más allá de la protección de los trabajadores, adentrándose en el terreno de la mejora de la competitividad de las empresas, el diálogo está condenado al fracaso. En ese caso, a pesar del compromiso de los agentes sociales vascos para que prevalezcan los marcos laborales propios frente a los del Estado, no habrá acuerdos y los convenios se extinguirán gradualmente dejando paso a las condiciones laborales que se pactan en España.
Azpiazu defendió está posición ayer en la presentación del informe de coyuntura económica de la patronal vizcaina, en la que también estuvo presente el presidente de Cebek, Iñaki Garcinuño. Junto a ellos comparecieron su vicepresidenta, Carolina Pérez Toledo, y los tres vicepresidentes (Pedro Campo, José Luis López Gil y Asis Canales).
Tras encadenar en 2017 cuatro años consecutivos de crecimiento económico y con unas perspectivas para 2018 muy favorables, el panorama invita al “optimismo”, pero sin caer en el “triunfalismo” porque hay aspectos en los que se debe “mejorar”. Entre ellos, el que más preocupa a los empresarios vizcainos, reducir los costes de cara a reforzar la competitividad.
Sin embargo, el crecimiento de la economía “no es homogéneo”, advirtió Garcinuño. Hay sectores y empresas que todavía están estancadas y su situación condiciona la evolución general de los salarios. El presidente de Cebek insistió en que las nóminas suben donde se dan las condiciones para hacerlo y aseguró que incluso han subido más que lo que señala en sus estadísticas el Consejo de Relaciones Laborales porque no todos los incrementos se computan en convenio. Según una encuesta elaborada este mes por la patronal entre los empresarios vizcainos, en el 52% de las compañías han mejorado los sueldos este año, seis puntos más que lo que reflejaba el sondeo hace doce meses. En esa línea, Garcinuño incluyó el incremento salarial entre las cuestiones en las que hay que avanzar, siempre, eso sí, donde se den las circunstancias para ello. Así abogó por “buscar acuerdos” en las empresas para elevar el listón de los sueldos.
Con todo, esa dinámica cuenta con un freno: el bloqueo de la negociación colectiva en Euskadi, una de las principales “preocupaciones” de Cebek junto a la evolución demográfica -que estrechará en el futuro los márgenes para encontrar personal- y el bajo ritmo en la creación de empresas.
En cuanto a las relaciones laborales, el secretario general del patronal vizcaina afirmó que la “dificultad” para alcanzar acuerdos “estriba en la diferente concepción del convenio” que tienen los sindicatos, que centran todos sus esfuerzos en la protección de los trabajadores y dejan a un lado la mejora de la competitividad de las empresas. Según aseguró, las centrales sindicales vascas “plantean a priori renunciar al marco vigente” generado por la reforma laboral y, mientras exista esa premisa, cada vez más convenios vascos serán reemplazados por pactos de ámbito estatal. Así, consideró que Euskadi “está perdiendo el control de la negociación colectiva” y que en estos momentos es “imparable el proceso de deslocalización de los convenios”.
“La palabra clave para la recuperación es aumentar la productividad”, manifestó Azpiazu tras subrayar que “lo más prudente e inteligente” es pedir subidas salariales donde hay margen para hacerlo.