BILBAO - La economía vasca puede tener un problema importante en los próximos años por el impacto de la cuestión demográfica, reducción de población y envejecimiento de la misma, “una situación preocupante”, en opinión de la consejera de Desarrollo Económico del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, pues según un informe de la consultora PwC, el País Vasco tendrá un déficit de unos 100.000 trabajadores en el horizonte de diez años al pasar a la edad de jubilación la generación del baby boom, los nacidos entre 1958-1968, la más numerosa de Euskadi.

Tapia no dudó en calificar de “preocupante” el problema demográfico que existe en Euskadi y, en este sentido, recordó la necesidad de profundizar en el Pacto por la Familia y la Infancia presentado este mismo mes por el lehendakari, Iñigo Urkullu, y que, entre otras medidas, busca aumentar la natalidad en Euskadi para incrementar los actuales 18.000 nacimientos anuales. No obstante, aseguró que el plan no tendrá éxito si no se logra mejorar la conciliación y la flexibilidad horaria, pero cree que, para aumentar la mano de obra en Euskadi, también será “imprescindible” atraer talento.

Esta “grave” situación demográfica que, según los empresarios vascos consultados por PwC, podría paliarse, en parte, si se crean las condiciones competitivas para que vengan a Euskadi inmigrantes “formados y cualificados”, no oculta que existe otra realidad incuestionable a abordar y es que la economía vasca necesita una “mejora de competitividad” para situar a Euskadi “entre los mejores” porque los márgenes empresariales y el beneficio “se está viendo reducido”, destacó Arantxa Tapia ayer en la capital vizcaina.

La consejera de Desarrollo Económico intervino con motivo de la presentación en Bilbao del informe Temas candentes de la economía vasca, elaborado por PwC, tras recoger las aportaciones de un grupo de trabajo formado por presidentes, consejeros delegados y máximos ejecutivos de las principales empresas vascas.

En su intervención, la representante del Ejecutivo subrayó que el Gobierno Vasco conoce cuáles son los “retos” de Euskadi, pero también señaló que lejos de la autocomplacencia es un hecho incuestionable que la economía vasca “va avanzando y mejorando” en productividad y resultados.

Loa últimos datos que muestran, por ejemplo, que el volumen de negocio de la industria vasca así como el nivel de actividad empresarial crecen pero sin embargo “el beneficio empresarial se está viendo reducido”.

Para la consejera Arantxa Tapia “eso nos lleva a decir que, además de mejorar en productividad, tenemos que mejorar en competitividad, tenemos que conseguir aumentar esos beneficios. Se consiguen contratos, se consigue producir cada vez más, sin embargo esos márgenes se están reduciendo en muchos casos”.

Tapia aseguró que es necesario realizar “un esfuerzo entre todos” porque los productos y servicios que se ofertan en el mercado mundial sean “cada vez más competitivo y de mayor valor añadido, de manera que “estén dispuestos a pagar un poco más”. Y para ello es fundamental una mayor inversión en I+D+i.

Los máximos responsables de PwC, Gonzalo Sánchez y Ricardo Celada señalaron que los temas que preocupan sobre la economía vasca son la cuestión demográfica; el capital humano y educación; emprendedores; marco laboral; fiscalidad; entorno político e institucional; infraestructuras; industria 4.0 y la coyuntura mundial.