Madrid - La factura de la luz ha bajado un 7,6% en enero respecto a diciembre para un consumidor medio acogido a la tarifa regulada. El recibo eléctrico es un 16% más barato que en el mismo mes del año pasado, cuando registró su importe más alto de 2017.

En lo que va de enero la factura eléctrica para un consumidor doméstico tipo -con una potencia contratada de 4,4 kilovatios y un consumo anual de 3.000 kilovatios hora- se ha situado en 55,61 euros, frente a los 59,85 euros del mismo periodo de diciembre y los 64,55 euros que alcanzó en los primeros 26 días de enero de 2017.

El primer recibo de la luz de 2018 experimenta un fuerte descenso respecto al de un año antes porque en enero del pasado ejercicio -mes en el que la factura acabó en 67,49 euros- la parte no regulada (la parte regulada, los llamados peajes, lleva congelada cinco años) se disparó al alza por la subida del precio del gas natural.

El encarecimiento del gas se debió a la ola de frío en el hemisferio norte, los problemas de una regasificadora en Argelia y a que 16 centrales nucleares estuvieron sin funcionar en Francia.

Además, la falta de lluvias y la escasez de viento redujeron la producción con renovables, que es más barata, y obligó a utilizar más las centrales de ciclo combinado, que utilizan gas, lo que incrementó la demanda, con la consiguiente alza del precio.

No obstante, la primera factura de 2018 sigue estando un 10% por encima de la que se pagó en enero de 2016, mes en el que España vivió un invierno con unas condiciones atmosféricas más favorables a la producción eléctrica.

En el mercado mayorista, los precios son también mucho más moderados que hace un año. Durante algunos días de enero de 2017, se superaron los 90 euros, mientras que en el mismo mes de este año su máximo medio diario se alcanzó el pasado día 8, con 65,11 euros. - Efe