Bilbao - El administrador concursal de CEL ultima estos días los trámites para traspasar a Lucart las riendas del grupo papelero, que podría abandonar el concurso de acreedores antes de que acabe el mes. La dirección de la multinacional de Toscana tiene previsto reanudar la producción de papel de manera inmediata, para lo que pondrá en marcha parte de la maquinaria de Aranguren. Saldrían así del ERE de suspensión en febrero entre 25 y 30 trabajadores que se sumarán al medio centenar que están en activo en estos momentos, con lo que el total de operarios rondará los 75. El resto de la plantilla que ha quedado tras el ajuste -un total de 180 trabajadores incluyendo los que tienen contrato de relevo- deberán esperar a un posible incremento de la producción a lo largo del año.

Los planes para el ejercicio que acaba de comenzar están por definir, aunque parte de la hoja de ruta podría dibujarse esta misma semana. Lucart ha citado a los representantes de los trabajadores del grupo CEL para trasladar sus intenciones a partir de la idea inicial de retomar la producción de papel al ralentí con unas 5.000 toneladas anuales, la tercera parte de lo normal, para ir incrementando progresivamente la carga de trabajo.

En estos momentos se mantiene operativa la planta de Artziniega, y en esta únicamente el área de jabones. Esta actividad, junto al transporte y mantenimiento, ha permitido seguir trabajando a cerca de 50 personas durante los meses en los que se terminaba de concretar la adquisición del grupo por parte de Lucart. El administrador concursal está realizando los últimos trámites administrativos después de que la firma papelera italiana depositara a mediados de mes los algo más de 8 millones por los que compró CEL. Es probable que el juez dé el visto bueno definitivo a la operación antes de que termine enero, y según fuentes sindicales la intención de Lucart es poner en marcha una de las máquinas de la antigua Virtisú, en las instalaciones de Aranguren, casi de manera inmediata.

Sería una primera fase de producción a bajo ritmo con unos 25 ó 30 operarios, según cálculos del comité, que se sumarían a los que ya están ahora fuera del ERE. En todo caso, las cifras pueden variar en función de las intenciones de la multinacional italiana. A lo largo del año podría ponerse en marcha además la segunda máquina de papel, aunque ese movimiento está aun por confirmar.

Lo que sí parece seguro es que ya en febrero se elevará el número de operarios que están fuera del expediente de regulación a unos 75, con lo que en torno a otro centenar seguirán en el ERE a la espera de un incremento del volumen de trabajo. Hay que recordar que la entrada del inversor con sede en Porcari, en Toscana, supuso el mantenimiento de 180 trabajadores de la plantilla, con algunos despidos puntuales y varias decenas de salidas pactadas. Entre los que se quedan se incluyen algo más de una treintena de empleados que se han acogido al contrato de relevo, con lo que saldrán de la empresa una vez realicen las horas necesarias para cubrir el 15% de la jornada anual. Quedará así la plantilla en las 145 personas que programó Lucart desde un inicio.

La compra por parte de los italianos, que incluye además rebajas salariales de en torno al 9%, fue aprobada de manera mayoritaria por los trabajadores en noviembre después de que fallaran al menos otros dos inversores que habían mostrado interés en hacerse con el grupo papelero vasco.

aval institucional Se trata de una empresa que ha atravesado varias fases complicadas en los últimos años y pese a la aparente solidez del grupo Lucart, uno de los líderes europeos del sector del papel y el tisú, las dudas siempre acompañan en este tipo de procesos. El Gobierno Vasco sigue de cerca el aterrizaje de la compañía italiana y de momento muestra su conformidad con la operación. Nada más concretarse su oferta la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, indicó que se trata de un proyecto “muy serio” y con futuro en lo que respecta a la actividad y al empleo.

Los nuevos propietarios de CEL han transmitido al juez su intención de invertir 20 millones de euros en cinco años para aumentar producción y volver a consolidar su posición en el mercado.

Últimos trámites. La semana pasada el administrador concursal de CEL llevó a cabo los últimos trámites en las haciendas forales de Bizkaia y Araba y en los respectivos registros mercantiles de ambos territorios -CEL tiene plantas en Zalla, Güeñes y Artziniega-, con lo que el traspaso de la propiedad a Lucart podría producirse antes de que termine el mes.

En febrero, producción de papel. Todo apunta a que ya en el inicio de febrero se pondrá en marcha parte de la maquinaria de Aranguren para retomar la producción de papel al ralentí. Estos meses se ha mantenido activa la línea de jabones en Artziniega.

5.000

Toneladas es la producción prevista por Lucart para este primer año, algo más de la tercera parte de lo normal. El plan es incrementar el ritmo de trabajo a medida que se vayan haciendo nuevas inversiones.