bilbao - La nueva vida de Gamesa bajo el control de Siemens ha empezado de la peor manera posible. A la mala trayectoria bursátil se suma una gestión en el apartado laboral muy cuestionada tanto por la parte social como por las instituciones. Incluso el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, que controla el 8% del fabricante de aerogeneradores, ha criticado públicamente la nueva política de la multinacional alemana. La retirada del ERE para despedir a 272 personas se interpretó como un movimiento para recuperar la sintonía con los trabajadores y la compañía podría dar hoy mismo un paso decisivo en esa dirección si logra pactar con los sindicatos la parte más importante del ajuste de plantilla: el plan de bajas voluntarias.

Un acuerdo en la reunión que tendrá lugar hoy en la sede de Zamudio contribuiría a mejorar el clima entre los trabajadores, muy molestos con las decisiones que ha tomado la empresa en estos primeros meses bajo control alemán. El caldo de cultivo que se ha generado en los últimos meses ha encendido el interés por dejar la empresa con una compensación económica, de forma que la multinacional podría cubrir una parte muy importante del ajuste -de momento insiste en reducir la plantilla en 272 personas- a través de las bajas incentivadas.

Para lograr que el plan de salidas tenga buena acogida deberá, eso sí, mejorar la oferta inicial de indemnización planteada a los sindicatos, de en torno a una mensualidad por año trabajado -33 días por año, la cifra coincidente con el despido improcedente tras la última reforma laboral del PP-. Fuentes de la plantilla señalan a DNA que se trata de una cifra muy baja que no contará con el respaldo del comité de empresa, aunque entre los trabajadores se da por hecho que la firma tiene margen para elevar la cuantía de la indemnización.

gamesa tiene prisa Lo que sí parece claro es que Siemens Gamesa quiere activar las bajas cuanto antes. La multinacional alemana tiene intención de presentar un nuevo plan de negocio para enderezar el rumbo a mediados del próximo mes de febrero y para entonces pretende tener la reestructuración laboral encaminada. Unas urgencias que, por otro lado, no tiene la parte sindical después de la retirada del ERE, que se produjo después de una intensa presión laboral, social e institucional. Las diferencias sobre la cuantía económica de las salidas voluntarias puede retrasar el acuerdo unos días, pero fuentes próximas a la negociación sostienen que el pacto es inminente.

Ya en las reuniones de la semana pasada la dirección llegó a advertir a los sindicatos de que va a anunciar el plan de bajas esta misma semana para empezar a testar el ambiente entre los trabajadores, aunque si quiere evitar la conflictividad necesita la aprobación sindical.

Entre la plantilla circula la sensación de que los 33 días ofrecidos por la empresa es un punto de arranque en la negociación y que esta debería subir las compensaciones, al menos, por encima del listón de los 40 días por año trabajado.

En principio hay margen para el acuerdo, aunque no está claro que se vaya a cerrar hoy también un número fijo de salidas. Ahí los sindicatos no quieren lanzarse a pactar una cifra que en última instancia supondría poner el sello a una pérdida concreta de puestos de trabajo. Todo apunta a que, una vez anunciada la oferta económica por dejar la empresa, se dejará un plazo para que los interesados se acojan a los incentivos.

Hoy se hablará también de si se abre el plan de bajas a todos los empleados de oficinas como pide la plantilla. Hay que recordar que el grueso de los despidos se habían planteado en las sedes de Iruñea, Madrid y Zamudio, por lo que una oferta abierta a todos los empleados obligaría a la dirección a tener que hacer traslados si quiere mantener sus planes. El comité no se cierra a negociar medidas de este tipo siempre que sean voluntarias.

Más complicado de dibujar es el plan de prejubilaciones, un capítulo que podría quedar para reuniones posteriores. Los sindicatos estiman que estarían en edad de jubilarse anticipadamente unas 70 personas, entre la cuarta parte y un tercio de las bajas demandadas por la empresa. También podrían ofrecerse excedencias con mantenimiento de plaza, aunque en proporciones menores a las bajas voluntarias.

Bajas incentivadas. Empresa y sindicatos esperan firmar hoy las condiciones de las salidas voluntarias, que podrían incluir indemnizaciones de unos 40 días por año trabajado. Siemens Gamesa quiere poner en marcha el ajuste esta misma semana.

Traslados y excedencias. El comité está dispuesto a pactar traslados y excedencias con mantenimiento de la plaza en ambos casos voluntarios.

70

Entre 60 y 70 trabajadores podrían ser prejubilables, según los sindicatos, aunque las condiciones están por negociar.