bilbao - Cuando se dieron los detalles del ERE, Siemens Gamesa repartió la mayor parte de los despidos en Nafarroa, Madrid y Zamudio. Las oficinas de la capital navarra concentraban un centenar de salidas traumáticas, Madrid unas 80 y Bizkaia casi medio centenar a pesar de que la empresa había comunicado al Gobierno Vasco en un principio que serían 25. A la hora de negociar el plan de bajas incentivadas la multinacional plantea mantener ese esquema y primar esas tres sedes principales, mientras los sindicatos piden que la lista esté abierta a cualquier trabajador de oficinas.

También se plantearon despidos en centros de Albacete, Valladolid, Burgos, Santiago de Compostela, La Rioja, Málaga, Valencia y Zaragoza, aunque en proporciones mucho más reducidas. La cuestión en la negociación de hoy es determinar si esos centros con mucho menor peso en Gamesa entran en el plan de bajas, así como fijar los requisitos para acceder a una indemnización -los trabajadores con más antigüedad son más caros-.

La compañía ha dejado entrever que está dispuesta a aceptar la petición sindical de que la opción de las bajas voluntarias se ofrezca a toda la plantilla por igual, aunque la decisión final tendrá que tomarse hoy.

Las instituciones de los respectivos territorios afectados miran con lupa el proceso, que en última instancia va a suponer una pérdida de empleo. Aunque la retirada del ERE ha suavizado el malestar de los gobiernos vasco y navarro, los movimientos de la multinacional alemana causaron un gran malestar en ambos ejecutivos después de que comunicara cifras de despidos muy inferiores a los que en realidad pretendía llevar a cabo . - A. L.