donostia - El Instituto Vasco de la Competitividad-Orkestra ha creado un Observatorio Económico-financiero de la pyme que, con carácter trimestral, analizará la vulnerabilidad financiera de las empresas de la CAV y Navarra para que se adopten medidas que tiendan a su eliminación. Los resultados del primer informe se darán a conocer el próximo domingo, 17 de diciembre, de manera conjunta en las cuatro cabeceras del Grupo Noticias. Su responsable, el subdirector general de Orkestra Ibon Gil de San Vicente, explica el origen y la metodología utilizada.
¿Cuál es la base de esta iniciativa?
-La financiación empresarial es un ámbito que, desde que nació Orkestra hace más de diez años, se quería que lo analizara y lo trabajara. En una época de bonanza económica no era una área prioritaria, pero la necesidad se acelera entre 2008 y 2010, cuando las empresas ven limitadas sus fuentes de financiación como consecuencia de que las entidades bancarias contraen la concesión de crédito al tejido productivo. En el origen está la idea de generar una herramienta que nos facilitara monitorizar mejor lo que estaba sucediendo y entender mejor la situación de la empresa y sus necesidades financieras.
Tras la superación de la crisis económica, ¿qué objetivos persigue este análisis?
-Queríamos una herramienta que nos permitiera monitorizar a las empresas para conocer su situación real con respecto al sector, la creación de trabajo, las dimensiones, etc.
Pero debíamos diseñar un método que fuera lo más cercano posible a la realidad y que, además, estuviera enfocado a la financiación. Por este motivo nos propusimos crear una herramienta que utilizara los mismos criterios que aplican las entidades bancarias para establecer sus provisiones en función de las pérdidas que esperan en la concesión de créditos, y ahora estamos en disposición de utilizarla. Una vez monitorizado el tejido productivo en el sentido que creemos correcto y conocido su comportamiento, queremos ir generando una sensibilización hacia el mundo de las empresas para que puedan mejorar sus modelos y estrategias de financiación. En las de mayor tamaño esto es más fácil, pero las organizaciones pequeñas no están tan especializadas y con esta herramienta podemos conocer sus debilidades y aplicar políticas que les ayuden a diversificar sus fuentes de financiación.
¿Con qué colaboración han contado?
-Esta herramienta se ha creado con la ayuda del Gobierno Vasco, y en su desarrollo han cooperado varias entidades como Elkargi, Capital Riesgo Euskadi, Bankoa Crédit Agricole, Informa y el Instituto Vasco de Finanzas. Los últimos análisis realizados recogen datos de 500.000 empresas de todo el Estado, que incluyen 28.000 de la CAV y algo más de 8.000 de Navarra.
¿Por qué se centra exclusivamente en el mundo financiero?
-La situación económica ahora es más holgada y las empresas deben aprovechar este momento para tomar decisiones que les ayuden a afrontar mejor la siguiente crisis financiera que, sin saber cuándo, va a llegar. Además, actualmente vivimos una transformación de los modelos de negocios con la incorporación de conceptos como la servitización que exige nuevas estrategias de financiación, porque las de antes ya no sirven a todos. En este contexto, es importante que en la CAV y Navarra nos dotemos de un ecosistema de financiación lo más potente y lo más adaptado posible a las necesidades de nuestro tejido económico. Es una labor de todos, no se puede crear artificialmente, pero tenemos que colaborar para consolidar la capacidad de nuestras empresas para afrontar procesos de crecimiento. Algunas compañías ya lo han hecho saliendo a Bolsa o emitiendo deuda porque son grandes y tienen capacidad, pero el reto está en ver cómo podemos reducir el tamaño mínimo de una organización empresarial para acceder a ese ecosistema de financiación, de manera que las pequeñas y micro también se incorporen.
¿La financiación es el único elemento que condiciona el desarrollo de un proyecto empresarial?
-La financiación no está separada de la estrategia empresarial. Si tenemos unas empresas que están localizadas aquí y si nuestro tejido industrial es fuerte y diverso, es importante que también le dotemos de un ecosistema de financiación que se adapte a estas empresas. Si somos capaces de generar un modelo especializado en nuestro tipo de empresa, muy industrial con un componente de servicios, es factible que empresas de ese ámbito que se encuentran alrededor vengan atraídas por ese polo.
¿Existen más herramientas de estas características?
-Sí, además lo recomienda la UE, pero nuestro hecho distintivo es que su construcción ha estado basada en la realidad de las empresas vascas, para adaptarnos lo máximo a la situación de la CAV y Navarra.