Bilbao - Tras el fiasco de Gestiber, la histórica Vicrila pelea por lograr una nueva oportunidad para salir adelante. Una vez se cierre el plazo para hacer alegaciones al plan de liquidación, la administración concursal abrirá una nueva puja por la fábrica, probablemente ya en el mes de enero. Se da por hecho que tanto Cambium como Sherpa Capital, que ya han mostrado interés por Vicrila en etapas anteriores del proceso concursal, harán nuevas ofertas, pero todo apunta a que no serán las únicas. Ya hay al menos un tercer grupo en comunicación con la administración de la firma de Lamiako y dispuesto a pujar por ella, lo que confirma que la fábrica sigue siendo atractiva dada su larga trayectoria en la producción de vasos de vidrio.

Hace prácticamente un año, el 13 de diciembre de 2016, Vicrila entraba en concurso de acreedores. Nada hacía pensar entonces que el proceso se alargaría tanto tiempo, menos aun a medida que se iban sumando nombres a la lista de empresas interesadas en comprar la fábrica. Primero sonó con fuerza la francesa ARC, que ya controló Vicrila hasta 2009, pero este grupo no terminó de concretar una oferta. Más tarde parecía encarrilada la operación con Sainberg, que acabó frustrándose, y algo similar ocurrió el pasado octubre con la gestora Gestiber.

Después del último tropiezo se ha abierto la fase de liquidación y todas las miradas han ido a parar al fondo neoyorquino Cambium. Este grupo ya había hecho una propuesta detallada que tuvo que pugnar primero con Sainberg y luego con Gestiber -en este caso Cambium hizo su oferta junto a Glassyfy- y que los trabajadores rechazaron por incluir despidos. Ya en liquidación, parece que Cambium puede encontrar su oportunidad definitiva.

El fondo estadounidense mantiene el interés por Vicrila y fuentes sindicales confían en que hará una oferta en cuanto el administrador dé inicio a la puja. Sin embargo, en las últimas semanas han aparecido competidores. Uno de ellos es el fondo español Sherpa Capital, especializado en reflotar empresas en situaciones complicadas y que ya se interesó por Vicrila hace unos meses. Ahora varios responsables del fondo han vuelto a visitar las instalaciones y se han reunido con la parte sindical, aunque no han dado detalles sobre sus planes.

Además hay un tercer grupo inversor que ha contactado con la administración concursal, aunque como es habitual en estos casos ha dado instrucción de que no trascienda su identidad. Su disposición hace pensar que tiene intención de formalizar una oferta, con lo que al menos serían tres los inversores entre los que deberá escoger el juez concursal a partir de enero -el visto bueno de la plantilla seguirá siendo un elemento a tener en cuenta-. Por otro lado, al menos otras tres sociedades han preguntado por la situación de Vicrila desde la espantada de Gestiber, pero es pronto para saber si su interés es real y acabará cristalizando en una oferta.

En estos momentos Vicrila trabaja a un solo turno, aunque el hecho de que mantenga la actividad y la confianza de los clientes demuestra que es un proyecto viable. Aun así la situación de la tesorería es crítica y, aunque la plantilla aceptó mantener la rebaja salarial del 20% pactada con Gestiber, podrían ser necesarios nuevos ajustes antes de fin de año para garantizar la viabilidad.