MAdrid - El índice de precios de consumo (IPC) registra un incremento interanual del 1,6% en el mes de noviembre, el que solía utilizarse como referencia para la subida de la pensión del año siguiente. De esta forma, y teniendo en cuenta que la nómina de los pensionistas solo subirá un 0,25% el año que viene, el avance de los precios deja otro agujero del 1,35% en el bolsillo de los jubilados.
De confirmarse el dato adelantado ayer por el INE, el IPC sumaría quince meses consecutivos en positivo aunque reflejaría una moderación respecto a los datos contabilizados a comienzos de año, cuando la inflación se disparó al 3% interanual. Esta tasa está aún por encima del 1% que, según las previsiones del Gobierno español, marcará al cierre de año, de forma que la inflación media de 2017 se sitúe por debajo del 2%.
En cuanto a la evolución mensual, los precios de consumo subieron un 0,4% en noviembre con respecto a octubre, si bien el avance interanual se mantuvo en el 1,6% pese al encarecimiento sobre todo de la gasolina.
Asimismo, el indicador adelantado del índice de precios de consumo armonizado (IPCA), que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona euro, se situó en noviembre en el 1,7% interanual, la misma que en octubre. En términos mensuales, este indicador subió en noviembre un 0,3%.
El avance de los precios sigue lastrando así el poder adquisitivo de trabajadores y pensionistas, que en este caso verán incrementarse su prestación únicamente un cuarto de punto después de la reforma del PP que desvinculó el alza de las jubilaciones del IPC.
Según aquella reforma, que contó con el rechazo general de los partidos, los sindicatos y los agentes sociales, la subida cada año de las pensiones depende de una compleja fórmula que, en última instancia, está sujeta a la salud de la tesorería de la Seguridad Social. El escenario deficitario en el que vive el sistema que paga las pensiones anticipa que el llamado índice de revalorización arrojará la subida mínima, el 0,25%, al menos hasta 2022, según cálculos realizados por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef).
De esta forma, en 2018 habrá una revalorización mínima de las pensiones, tal y como ha avanzado ya el Ejecutivo de Mariano Rajoy, lo que se traducirá en un alza de poco más de 2 euros al mes para la pensión media en el Estado español. La subida de los precios, pese a moderarse en los últimos meses, abre otro boquete de más de un punto en el poder adquisitivo de los jubilados.
Hay que retroceder hasta el año 2012 para dar con una reducción de capacidad de compra similar. El IPC había cerrado en el 2,4% mientras las pensiones se incrementaron el 1%. En los últimos años los pensionistas han visto incrementado su poder adquisitivo por la situación de IPC negativo, pero el regreso a tasas positivas vuelve a mermar el poder de compra. - DNA
Noviembre, la referencia. El IPC ha cerrado noviembre en el 1,6%, la cifra que hasta la reforma del PP se usaba para incrementar las pensiones al año siguiente. Sin embargo, la reforma fija una subida del 0,25%, de forma que los jubilados perderán 1,35% de poder de compra.
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Meses acumula el IPC en positivo después de mantenerse varios años en negativo. El alza de los precios de noviembre respecto al año anterior es similar al de octubre pese al incremento de la gasolina. El Gobierno espera que el IPC de diciembre se acerque al 1%.