BILBAO - El debate sobre los salarios en el País Vasco y la necesidad de una subida de los mismos para impulsar la demanda interna, además de para redistribuir la riqueza, se ha agudizado estos días tras señalar el presidente de Confebak, Roberto Larrañaga, que “no es cierto que los salarios no estén aumentando: lo hacen, y de forma importante, en las empresas que se lo pueden permitir” y recordar que la subida salarial media pactada en la CAV en la empresa es del 1,6%. Por su parte, la secretaria general de CCOO de Euskadi, Loli García, aún reconociendo que en los pocos convenios firmados se recogen incrementos salariales, afirma que a nivel general “hay una pérdida de poder adquisitivo de los salarios de manera importante y generalizada”.

Con una economía vasca creciendo a tasas cercanas al 3%, en el cuarto año consecutivo de recuperación, hay voces que reclaman una subida de sueldos de forma casi general mientras otras indican que ello perjudicaría la recuperación porque haría perder competitividad a muchas empresas que sufren la presión a la baja de los precios por parte de competidores de países de menores costes.

¿Están subiendo los salarios? ¿Se pueden subir de una forma generalizada? ¿Quién tiene razón?. Es una realidad que los salarios medios en la CAV están por encima de la media del Estado español pero desde la crisis de 2008 esta ventaja para los trabajadores vascos ha ido reduciéndose. Pese a ello, según los últimos datos salariales recogidos por el Instituto Nacional de Estadística en la EPA, el 45,2% de los trabajadores asalariados vascos de la CAV, más de cuatro de cada diez, cobran más de 2.137 euros brutos al mes. En el caso de Navarra, el 39,2% de los asalariados percibe más de la citada cantidad. Los territorios vascos son, en comparación con los del conjunto del Estado, lo que tienen un mayor porcentaje de trabajadores con sueldos más altos.

De hecho, el sueldo medio mensual bruto de los vascos el año pasado fue el más elevado del Estado español al alcanzar los 2.235 euros, 357 euros más que el promedio español, que fue de 1.878 euros. Según el INE, entre 2011 y 2016 la retribución media de los trabajadores vascos de la CAV se ha incrementado en 121 euros, al pasar de los 2.114 euros de hace seis años a los 2.235 euros en el ejercicio pasado.

Es una realidad que en la industria, en especial en los sectores tradicionales ligados a la siderurgia, energía, bienes de equipo, vidrio etc, los salarios vascos sí son importantes pese a la congelación de estos años hasta el punto de que hay empresas vascas que trabajan en sectores maduros que tienen costes laborales medios de 50.000 euros por trabajador al año, cifras que no son fácilmente sostenibles en una economía globalizada sin contar con productos de alto valor añadido. Y no hay que olvidar que, según Eustat, el 55% de las empresas vascas tienen un nivel tecnológico medio-bajo o bajo.

Costes y competitividad Y en este contexto, los costes laborales, salarios incluidos, son importantes porque afectan a la competitividad de las empresas, a su rentabilidad y a través de esta, no se olvide, a la futura acumulación económica de cara a nuevas inversiones.

De hecho una subida del coste laboral conducirá, sin variar otras condiciones, o bien a una subida de los precios de los productos (lo que reducirá su competitividad), o bien a una disminución del margen de beneficio y a una reducción de la rentabilidad.

En cualquier caso, también es una realidad que las subidas salariales, cuando se producen, apenas representan ganancia alguna de poder adquisitivo porque el nivel de inflación en la CAV, según los datos del Eustat en septiembre -un IPC del 1,9%- está por encima del incremento de sueldos pactado en convenios.

También es una realidad en Euskadi que se está generando un empleo rotatorio, con contratos temporales, sobre todo en el sector servicios, con niveles retributivos mucho más bajos, a veces ni siquiera mileuristas, que están desembocando en algunas situaciones en la figura del denominado trabajador pobre que es el caso de una persona que no está en el paro pero no consigue unos ingresos mínimos para vivir con los estándares mínimos occidentales.

En este sentido, la Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha puesto de relieve que el Estado español es uno de los países europeos que tiene el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) por debajo del umbral de sueldos bajos que establece la OCDE y que, para abandonarlo, el salario mínimo debería situarse en los 1.146 euros, un 62% más que el actual. La OCDE entiende que el umbral de salarios bajos se sitúa en dos tercios del salario mediano de cada país.

Un dato a tener en cuenta en el debate y que viene a respaldar el discurso sindical es que los sueldos sí bajaron el pasado año, por lo menos a nivel del conjunto del Estado, donde el salario medio mensual de 1.878 euros brutos supuso un descenso del 0,8% respecto a 2015, de acuerdo con el Decil de salarios del empleo principal del INE.

En todo caso, Confebask ha dejado claro pese a las indicaciones sindicales y gubernamentales que no contempla un incremento generalizado de salarios.

Estado. Bajaron un 0,8%.

CC.AA

CAV2.235

Madrid2.165

Navarra2.085

Asturias1.957

Catalunya1.952

Cantabria1.910

ESTADO1.878

Rioja1.841

Aragón1.824

Castilla León1.819

Castilla La Mancha1.787

Galicia1.787

Baleares1.749

Valencia1.763

Andalucía1.686

Canarias1.631

Murcia1.627

Extremadura1.613