BILBAO - La política industrial vasca es “una buena política industrial, bien dirigida y enfocada a las necesidades del sector, bien conectada y sensible con las empresas”, afirmó ayer el presidente de Confebask, Roberto Larrañaga, defendiendo la actuación del Gobierno Vasco en la materia frente a los partidos y sindicatos que consideran que su actuación es “errática” y un “fracaso”, pero en cambio se mostró crítico con las presiones que reciben los empresarios vascos para subir salarios de forma indiscriminada.

“Pretender que la empresa vasca pague más salarios, contribuya con más impuestos y genere más empleo, todo a la vez, sin que mejore su margen, es no querer entender lo que ha provocado”, afirmó Roberto Larrañaga, para el que los salarios en una economía globalizada tienen que adaptarse a la realidad. Y la realidad es que “estamos saliendo de la crisis más aguda y más larga de la que tenemos memoria, en la que hemos dejado por el camino miles de empresas y en la que los márgenes empresariales se han reducido a la mitad”.

El máximo representante de los empresarios vascos desgranó sus tesis en el transcurso de una conferencia-coloquio organizada por el Foro Nueva Economía-Tribuna Euskadi y reiteró la postura de la organización empresarial contraria a proponer a los asociados una subida generalizada de sueldos, lo que no significa, según Larrañaga, que lo salarios “no estén subiendo”.

De hecho, Roberto Larrañaga, el empresario eibarrés afincado en Gasteiz, recordó que Euskadi mantiene “los salarios más altos del Estado con la jornada laboral más corta”. Además el incremento salarial medio del último años se ha situado en el 1,6% para “situarse por primera vez por encima de la media europea de 1.941 euros, a un nivel similar al de Italia”. Larrañaga se reafirmó en que los salarios sí están creciendo, aunque “en aquellas empresas y sectores que se lo pueden permitir”.

Empleo fijo El dirigente de Confebask también quiso rebatir con datos la imagen que se tiene de que el empleo se está precarizando sin remisión en el País Vasco porque “es necesario recordar que 3 de cada 4 trabajadores en Euskadi dispone de un contrato indefinido y, en un porcentaje un mayor, a tiempo completo”. De hecho este 2017 se formalizarán 75.000 contratos indefinidos, indicó Larrañaga.

Más crítico se mostró el presidente de Confebask con la reforma fiscal pactada por PNV y PSE, que, según Larrañaga, va a provocar un incremento de la presión tributaria sobre las empresas vascas. La discrepancia la expresó en presencia de diferentes dirigentes políticos, entre ellos, la secretaria general de los socialistas vascos, Idoia Mendia. Para el empresario, la reforma fiscal, que mantendrá un tipo impositivo del impuesto de sociedades superior al vigente en el resto del Estado español y limitará las deducciones, “puede convertirse en un lastre para el crecimiento”.

El dirigente lanzó un mensaje de optimismo sobre la evolución económica y afirmó que “este año recuperaremos dos de cada tres puestos de trabajo destruidos durante la crisis”. Para mejorar el empleo y facilitar la inserción laboral, Larrañaga abogó por la formación dual también en la universidad. Para el empresario es necesario que “el Ministerio de Empleo de carta de naturaleza jurídica a un contrato laboral que posibilite dicha formación dual”.