bilbao - Los trabajadores de CEL no han ocultado su decepción al saber que solo uno de los tres grupos dispuestos a hacerse con la papelera de Enkarterri -llegó a haber cinco firmas interesadas- ha formalizado una oferta al administrador concursal. El comité se reunirá mañana con el administrador para tratar de averiguar por qué chilenos y catalanes, estos últimos con una propuesta preparada hasta última hora, han terminado echándose a un lado. Eso deja al grupo italiano Lucart como única salida para la plantilla, una multinacional que llega con un plan de recortes bajo el brazo.

Con “sorpresa y asombro” acogían los trabajadores de CEL la noticia de que solo una empresa había presentado dentro del plazo dado por el administrador, que acababa el jueves al mediodía, una oferta para hacerse con la papelera. El motivo es que durante todo el proceso concursal han mostrado interés un buen número de inversores, algunos de los cuales han llegado a hacer varias visitas a las instalaciones.

Al tramo final del plazo concedido por el administrador para presentar ofertas llegaron una empresa chilena, otra catalana y una tercera italiana, todas ellas vinculadas con el sector del papel y, por tanto, se entiende que interesadas en mantener el proyecto industrial. Pero al final solo Lucart ha hecho llegar al notario un plan concreto con los requisitos fijados por el administrador para comprar CEL.

Se trata de una multinacional italiana de peso en el sector con media docena de plantas en varios países europeos como Francia o Hungría, pero plantea un importante ajuste de empleo. Se mantendrían 145 puestos de trabajo, lo que implicaría la salida de 80 personas. Una parte del ajuste se realizaría vía prejubilaciones y la otra mitad serían despidos como tal, según el plan trasladado al administrador.

Además, la multinacional italiana plantea recortes salariales de distinta magnitud según la planta y un ERE temporal durante el tiempo en que se prolongue el proceso de compra y hasta volver a poner en marcha la actividad.

El comité ya ha rechazado estos ajustes y se pregunta qué ha pasado para que no haya más ofertas sobre la mesa, sobre todo después de saber que los catalanes tenían un plan preparado el mismo jueves por la mañana, propuesta que finalmente no hicieron llegar al administrador. Los propios sindicatos indicaron el viernes que la opción de la empresa catalana, cuya identidad sigue siendo una incógnita, era más interesante que la italiana y permitía mantener los 230 puestos de trabajo.

Esta cuestión se abordará en la reunión prevista mañana con el administrador concursal, al que el comité acusa de no hacer todo lo posible por mantener el empleo. “O cogemos lo que hay o esto se va a liquidación. Se nos ha marcado un camino desde un principio en el que todo estaba enfocado hacia una reducción de salarios y de condiciones laborales, y en eso han ido de la mano el administrador y las instituciones, empezando por la Diputación de Bizkaia”, denunció ELA.

Mañana se conocerán más detalles de la oferta de Lucart, que de momento la plantilla rechaza pero que a día de hoy es la única opción sobre la mesa. Si la operación con Lucart fracasa, el administrador podría abrir un nuevo plazo para hacer llegar ofertas como ha ocurrido en otros procesos similares como el de Vicrila.

Multinacional. La empresa italiana con sede en Porcari, en Toscana, cuenta con media docena de fábricas y presencia en varios países europeos. Es uno de los principales fabricantes de productos tisú y airlaid del continente europeo.

Ajustes. La oferta de Lucart incluye la salida de en torno a 80 de los 230 trabajadores. La mitad serían prejubilaciones y el resto despidos. Además habría importantes rebajas salariales.

Rechazo del comité. La oferta es rechazada por el comité, que pide explicaciones al administrador por la espantada del inversor catalán.