MADRID. Esta es una de las conclusiones del informe "El dinero que no ves. Paraísos fiscales y desigualdad" realizado por esta ong, que insiste en pedir la aprobación de forma urgente de una ley que ponga fin a "la evasión fiscal de grandes empresas y fortunas" en España.
Según el informe, antes de la crisis las familias aportaban el 74 % del total de impuestos recaudados para pasar a aportar el 83 % en 2016, mientras que las empresas aportaron el 22 % en 2007 y el 12 % en 2016. "Se trata -apunta la ong- de un rediseño del sistema fiscal que no sólo no contribuye a reducir la desigualdad, sino que la acentúa".
Una de las principales causas de esta situación, según se desprende del documento, es "el descalabro" que han sufrido los ingresos procedentes del impuesto de sociedades.
El impuesto que pagaron las empresas en 2016 recaudó un 52 % menos que lo que ingresaba antes de la crisis económica, mientras que la recaudación del resto de impuestos ha recuperado los niveles pre-crisis.
Esta diferencia entre lo que el impuesto de sociedades ingresaba en 2007 y actualmente lo cuantifica la ong en 23.145 millones de euros, una cantidad que, a su juicio, duplica la necesaria para pagar una renta mínima a todas las familias sin ingresos en España.
Y en esta "carrera a la baja" en la tributación empresarial, los paraísos fiscales "juegan un papel determinante", según la organización, ya que -dice- "actúan como catalizadores de esta competencia fiscal".
Los paraísos fiscales, según la ong, son los grandes agujeros negros de la fiscalidad internacional ya que, al ser territorios con un nivel de impuestos bajo o directamente nulo y resultar prácticamente opacos, permiten a grandes empresas y fortunas desviar beneficios y capitales que deberían tributar en sus países de origen.
Y la utilización de estos territorios se incrementa. La inversión mundial hacia ellos se ha multiplicado por cuatro en los últimos años, pero en España lo ha hecho solo en uno, entre 2015 y 2016, según la ong, es decir uno de cada cuatro euros de inversión española va hacia un paraíso fiscal.
La inversión española que se dirige hacia paraísos fiscales es un 27 % superior a la que se destina a Latinoamérica y más de la mitad de la inversión extranjera que entra en España proviene de un paraíso fiscal.
Por eso, Oxfam considera necesario una ley que permita adoptar una definición sobre paraísos fiscales vinculante y elaborar una lista en la que se establezca claramente cuáles son, además de reducir la evasión a la mitad en el plazo de cinco años.
También pide que el tipo efectivo de las grandes empresas se acerque al tipo nominal en vigor y supere la presión fiscal que soportan las pymes y promover que la contratación pública penalice a grandes empresas que operan en paraísos fiscales.