BILBAO - El consejero vasco de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, insistió ayer en la necesidad de una subida salarial generalizada en las empresas que ya están creciendo. Como novedad en el mensaje Azpiazu añadió que ese incremento de los sueldos debería producirse lo antes posible de cara a evitar que el previsible repunte de los tipos de interés implique un frenazo en el consumo y sea un obstáculo para el crecimiento económico.

La recuperación es una realidad y cada vez está más cercano el momento en el que el Banco Central Europeo sacará los tipos de interés de la zona cero actual. Los analistas estiman que el BCE subirá los tipos a finales de este año o a principios del próximo hasta el 0,25%. No se esperan nuevos movimientos a corto plazo, salvo que la economía dé un acelerón. Sin embargo, el consejero de Hacienda considera que ese movimiento abrirá la puerta a un nuevo ciclo y que es necesario que las familias tengan poder adquisitivo para no verse atrapadas por la subida de los precios que vendrá después.

“Ante un escenario de normalización de la política monetaria, el consumo va a precisar de una subida salarial. No es posible tener mayor desapalancamiento con unos salarios estancados o decrecientes y un aumento de la carga de la deuda y al mismo tiempo sostener el consumo”, advirtió Azpiazu.

recuperación de los sueldos Durante su intervención en el foro XVIII Foro de Finanzas de Elkargi SGR, recordó que ha llamado “la atención sobre la conveniencia de la recuperación salarial” en varias ocasiones. Lo hizo por primera vez en enero, lo que le supuso un encontronazo con la patronal, pero ayer destacó que “otras voces de la política se han sumado a la idea” después.

Entre ellas, Azpiazu consideró “interesante recordar” que lo ha hecho recientemente “un banquero”. En concreto, el Consejero Delegado del Banco Sabadell Jaime Guardiola, que “sin duda es consciente” de que el cambio en la política del Banco Central aconseja darle un impulso a los salarios.

Azpiazu defendió el papel que ha jugado el BCE en la recuperación y afirmó que “la llamada política monetaria no convencional no es una excentricidad sino que ha sido un salvavidas imprescindible”.

Por un lado se ha garantizado el acceso a la financiación de las empresas y por otro se ha impulsado la demanda interna. Las expectativas de la zona euro son positivas y se acerca el momento de retirar esos estímulos, pero es “comprensible que estemos preocupados por los eventuales efectos” del nuevo rumbo monetario.

Según explicó, los precios, el consumo y la inversión de las empresas pueden verse afectados de forma significativa. “Y si a ello se añaden las incertidumbres políticas y que los niveles de algunos mercados de valores están muy elevados, resulta claro que bien podemos estar caminando por el filo de la navaja”, remarcó.

¿Como evitar cortarse? El consejero considera que una subida salarial más o menos generalizada en Euskadi vacunaría la economía vasca contra la ralentización del consumo y se alejaría la posibilidad de que se gripe uno de los principales motores del crecimiento actual.

Sin el empuje del poder adquisitivo de los trabajadores, el Producto Interior Bruto vasco perderá fuelle y el círculo de la economía volvería a romperse. No hay una cifra mágica que pueda servir de base para el incremento salarial que es necesario para sortear los riesgos. Sin embargo, si el objetivo es evitar que los hogares pierdan poder de compra, la media debería estar ligeramente por encima del IPC de este año, que en estos momentos ronda el 1,8% en Euskadi.

Pedro Azpiazu no entró ayer en cuantificar el porcentaje de subida. Tampoco lo ha hecho en otras ocasiones, pero sí que ha dejado claro en el pasado que los trabajadores “deben ser responsables” y tener claro cuánto les puede dar su empresa. “Pedir subidas salariales que van a llevar al cierre es una irresponsabilidad”, aseguró hace unos meses en una entrevista en este diario.

En el trasfondo de esa demanda está el convencimiento de que los asalariados han colaborado con la recuperación asumiendo el “esfuerzo” y “sacrificio” del recorte de sus nominas. En un momento en el que la situación mejora y las empresas ganan mercado “hay un pequeño margen” para que los sueldos crezcan y evitar que la economía vasca dé un paso atrás.

El consejero también recordó durante su intervención en el foro de Elkargi que hay otras asignaturas pendientes en la economía vasca.

Aunque Euskadi recuperó el año pasado el PIB previo a la crisis, hoy en día todavía hay 74.500 empleos menos que a finales de 2007 y la tasa de paro actual es del 11%, lo que supone triplicar la de antes de la recesión. “La crisis nos ha golpeado duramente, mucho más de lo que lo ha hecho en las economías del entorno, incluidas aquellas que destacaron por sus desequilibrios y por los excesos financieros. La economía vasca y la española se han rezagado uno o dos años respecto a las europeas, pero es que éstas se han rezagado, a su vez, otros tres años respecto a Estados Unidos”, subrayó.