BILBAO - Los representantes de la empresa chilena interesada en CEL confirmaron ayer a la plantilla que van a presentar una oferta para hacerse con el control de la papelera vizcaína. Su intención inicial es mantener los 254 puestos de trabajo, pero pide una rebaja salarial del 20%. Los enviados del inversor chileno se reunieron con el comité de empresa, que ve margen de mejora de ese planteamiento. Los sindicatos valoran que no haya despidos, pero el recorte de los sueldos les suena “a propuestas anteriores” de los todavía propietarios y sospechan que se presenta sin analizar al detalle los números de la compañía.

Lo más importante desde el punto de vista laboral, subrayan desde el comité, es que ya hay una candidato en firme para garantizar la cotinuidad de la compañía y que “no se ha cerrado a negociar” las nuevas condiciones laborales de la plantilla. De momento, ambas partes se han comprometido a mantener el contacto y el comité confía en poder “limar” las diferencias que ahora les separan.

En el plano estrictamente empresarial, los inversores chilenos se comprometieron a realizar inversiones para “potenciar” las líneas de producción que consideran más rentables, si bien no bajaron al detalle de concretar las áreas en las que se apoyará el nuevo proyecto de CEL. Según el primer avance de sus planes, la sociedad de inversión de Gabriel Ruiz-Tagle, exministro de Deportes de Chile, cambia radicalmente el horizonte para los trabajadores. La actual dirección ha presentado un expediente de regulación de empleo que supondría el despido de las 230 personas que trabajan en Güeñes y Zalla, y solo se mantendría abierta la planta de Artziniega. La propuesta del equipo de Ruiz-Tagle es solo una de las que van a llegar al despacho del administrador concursal y pueden presentarse ofertas más negativas o más favorables para la plantilla.

Los representantes sindicales de los trabajadores se reunirán esta tarde con el administrador concursal y confían en tener más datos sobre el interés de otros inversores. - A.Diez Mon