DONOSTIA - Los trabajadores de Fagor CNA celebraron ayer una asamblea para acordar una postura de cara a la negociación con sus propietarios en la que se decidió rechazar la propuesta del grupo catalán de cerrar la planta de Garagartza y un total de 220 despidos, entre otras medidas, que no afectan a la planta de Edesa en Basauri.

La reunión se desarrolló un día antes de la cita que mantendrán hoy comité de empresa y dirección de CNA para tratar de avanzar en las negociaciones, que tras este rechazo se presentan difíciles ante las alejadas posiciones que han mostrado ambas partes.

Las plantillas de Edesa Industrial y Geyser Gastech, empresas que integran Fagor CNA Group, ratificaron ayer la postura que ha venido manifestando el comité de empresa desde que se conocieron los planes de la dirección de cerrar las líneas menos rentables y proseguir únicamente con aquellas que ofrecen beneficios, y que se ubican en Eskoriatza y Basauri.

plan industrial Así, en un comunicado remitido al finalizar la asamblea, los trabajadores afirmaron “no aceptar” la propuesta del grupo catalán “en los términos propuestos” e instaron a la empresa a que “replantee su proyecto”.

Según consideraron, el futuro de Fagor CNA Group pasa por la presentación de un plan industrial “sólido y detallado” que contemple el mantenimiento de los 350 puestos de trabajo que hasta ahora se habían creado en las tres plantas de Arrasate, Eskoriatza y Basauri.

De este modo, según se constató durante la asamblea de trabajadores, se puede evitar que “se desindustrialice Euskal Herria”, tal y como afirman en el comunicado remitido ayer. La decisión de la plantilla de esta histórica firma complica unas negociaciones que se iniciarán hoy, aunque anteriormente se han producido algunos encuentros entre comité de empresa y dirección para informar a los representantes sindicales del plan de viabilidad propuesto por el grupo.

En el encuentro que se celebrará hoy, en principio programado para el jueves de la semana pasada y después pospuesto, el comité de empresa defenderá la continuidad de la actividad de la planta de Garagar-tza, dedicada a la producción de placas y hornos que, según considera la dirección, no es rentable y resulta necesario clausurar para garantizar el futuro de la empresa.

La adopción de esta medida significaría prescindir de más de la mitad de la plantilla, en concreto de 220 empleados, en una decisión que representa un nuevo golpe a la población de Arrasate, que tras la quiebra de la cooperativa Fagor Electrodomésticos y su posterior venta al grupo CNA vio desaparecer unos puestos de trabajo cuya cantidad ahora se podría incrementar. - M. Mariscal