BILBAO - Euskadi cerró en junio su mejor ciclo semestral en la venta de pisos desde la primera mitad de 2010. En concreto se formalizaron 9.123 operaciones entre enero y junio, lo que supone 2.609 transacciones más que la media semestral de los últimos cinco años. O lo que es lo mismo, se registra un crecimiento de más del 40% en comparación con la tendencia desde 2012.
Son datos recientemente publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) que básicamente apuntan a un cambio de ciclo. El mercado inmobiliario ha arrastrado un comportamiento muy negativo los últimos años. El estallido de la crisis marca el inicio de un ciclo negro en el que se pasó de vender casi 15.000 viviendas en el primer semestre de 2007 al mínimo de 4.490 en la segunda parte de 2013.
Han sido nueve años de travesía en el desierto y ahora se empieza a ver algo de luz. De hecho, el volumen de compraventas de pisos más elevado desde el inicio de la recesión, el del primer semestre de 2010, está en cierto modo contaminado por la recuperación fallida de aquellos meses. La economía volvió a entrar en picado en el tramo final de aquel año y no levantó vuelo hasta 2014.
La evolución a partir de entonces ha sido más firme, con un avance gradual pese al menor dinamismo registrado en el segundo semestre del año pasado. El mercado todavía está lejos de los más de 26.000 pisos al año que se vendían antes de la crisis, pero en solo seis meses de 2017 se han vendido casi tantas viviendas como en todo 2013, lo que es un indicativo de que el enfermo mejora de forma adecuada y de que ya no necesita tratamientos agresivos para recuperar el pulso.
A su ritmo la situación mejora día a día. Quedan cuestiones pendientes como el precio de los pisos, si bien también llueve menos en ese ámbito. El importe medio de la hipotecas vascas superaba los 166.500 euros a mediados de 2007 y ahora ronda los 136.300, pero el precio de los créditos llegó a situarse por debajo del os 117.000 euros en 2014.
Se ha recuperado de este modo casi la mitad del terreno perdido durante la crisis. El importe medio de las hipotecas de Euskadi es ahora un 18% menor que antes de la crisis y la caída llegó a ser de un 29%. En el conjunto del Estado los precios se desplomaron un 35% y en estos momentos son un 24% más baratos, tomando como referencia de nuevo los créditos concedidos.
bajo stock de vivienda El mercado se mueve tras varios años de letargo y en el caso de Euskadi además se da la circunstancia de que hay un menor stock de pisos terminados sin vender, lo que favorece una evolución más natural tanto de los precios como de las operaciones de compraventa. La mayoría de las viviendas que se han vendido en el primer semestre de este año en Euskadi estaban en Bizkaia. En concreto han sido 4.834 operaciones, casi el 53% del total. El crecimiento ha sido del 26% respecto al último semestre de 2016 y del 4,6% respecto al primer semestre del año pasado.
Las operaciones más frecuentes son las de pisos usados, cuyo volumen se aproxima ya a los niveles previos a la recesión tanto en Bizkaia como en el conjunto de Euskadi. En concreto, entre enero y junio de este año se han vendido 7.315 viviendas de segunda mano en la CAV, son algo más de 1.500 viviendas usadas menos que en el mismo periodo de 2007. En cambio, se han vendido 1.808 pisos nuevos frente a los más de 6.000 de hace una década.
En términos porcentuales, se venden en estos momentos un 70% menos de casas de primera mano y un 20% menos en el caso de las usadas. En Bizkaia, la relación es muy similar, aunque se percibe una ligera mejoría en el mercado de segunda mano.
frenazo en la edificación La explicación de este comportamiento tan dispar entre la vivienda de nueva construcción y la ya edificada se encuentra en el escaso dinamismo de la actividad promotora. La estadística del INE de transmisión de propiedades revela que hasta junio han cambiado de manos 842 solares urbanos, sobre el papel suelo con permiso para la edificación. Casi la mitad de ellos estaban en territorio vizcaíno. Si se comparan esos números con los de 2007, cuando se traspasaron casi 2.400 solares, se perciben con claridad las diferentes expectativas de salida al mercado de pisos nuevos en ambos periodos.
Los promotores no ven todavía condiciones para empezar a invertir con fluidez en la compra de nuevos terrenos para construir en ellos y los expertos consideran que será muy complicado volver a los ritmos de 2007.
Las previsiones de cara a la última parte del año son en cualquier caso positivas. El año pasado se inició la construcción en Euskadi de 3.600 pisos, un 10% más que en 2015. Y se confía en que el balance de este 2017 sea todavía algo más favorable. También lo será y con más intensidad en el ámbito de la vivienda usada, donde ha podido incluso tocarse fondo en precios. El sector sigue demandando el apoyo de las administraciones públicas para romper definitivamente con los vicios del ciclo negro de la crisis.