BILBAO - La temporalidad de los contratos continúa condicionando la recuperación del mercado laboral en el Estado. Casi uno de cada cuatro contratos firmados en julio en España tuvieron una duración inferior o igual a los siete días. En concreto tuvieron esa fecha de caducidad tan corta, apenas una semana, 458.817 contrataciones, un 23,8% de los 1.928.639 contratos suscritos el mes pasado. Solo el 7,9% de los puestos de trabajo generados fueron indefinidos y casi el 60% tendrá una duración inferior a 24 meses.

Son datos hecho públicos ayer por el Servicio Estatal de Empleo (SEPE) que reflejan que la reforma laboral no ha conseguido hacer más atractivo el empleo indefinido y relegar la temporalidad como segunda opción. Es necesario firmar casi 13 contratos para consolidar como fijo un puesto de trabajo y la rotación de los temporales es cada vez mayor.

El SEPE no baja al detalle de la duración de todos los contratos por comunidades. En el caso de los eventuales por circunstancias de producción -el modelo más utilizado- a nivel regional solo determina el tiempo a partir de un mes. No hay por tanto una cifra sobre cuántos contratos firmados en Euskadi tuvieron una duración menor a una semana. Sin embargo, el porcentaje de eventuales por circunstancias de producción con una relación laboral igual o inferior a un mes es muy similar al del conjunto del Estado, cerca de un 70%, con lo que cabe interpretarse que los números vascos serán muy similares a los del Estado en lo relativo al volumen de empleos con fecha de caducidad inferior a los siete días.

rotación en el sector servicios En el análisis del Estado, como es habitual, los contratos de julio se concentraron mayoritariamente en el sector servicios, que aglutinó el 75% del total, con 1,45 millones, de los que poco más de un 5% fueron de carácter indefinido. En particular, destacaron las actividades de hostelería, con 417.268 contratos firmados, 310.295 de servicios de comidas y bebidas y 106.973, de alojamientos, la mayoría temporales.

El comercio sumó 218.159 contratos en julio, más de la mitad de ellos al por menor, y las actividades administrativas y de servicios auxiliares, 189.784. Al margen de los servicios, en julio se suscribieron 194.610 contratos en el ámbito de la industria, casi todos en la división manufacturera, 183.241 en la agricultura, y 103.419 en la construcción. El SEPE también revela que los hombres acapararon el 55% de los contratos, 1,04 millones, mientras que la cifra entre las mujeres fue de 834.519. Los hombres superaron a las mujeres en contratos en todos los sectores salvo en los servicios.

Los tipos de contratos más habituales fueron los eventuales por circunstancias de la producción (896.876) y por obra o servicio (708.334), seguidos de lejos por los de interinidad (139.984) e indefinidos (92.665). Además, en julio se convirtieron en indefinidos 58.569 contratos y se contabilizaron 201 adscripciones en colaboración social.

El escaso volumen de la contratación indefinida favorece el constante aumento de los empleos que se extinguen en cuestión de días. En la hostelería se celebran el 36% de los contratos de menos de siete día en el Estado precisamente porque es una actividad en el que en estas fechas se contrata personal de refuerzo para picos de trabajo muy concretos. Casi un 40% (166.022) de los empleos creados en la hostelería en julio no alcanzaron la semana de duración.

La mayoría de los que tuvieron esa fugaz relación laboral fueron hombres menores de 25 años y es habitual que en muchos casos se encadenen varios contratos en función de las necesidades.

La industria manufacturera registró poco más de 54.000 contrataciones de estas características y fue la segunda actividad que más recurrió a ellas. También es habitual (45.172) los empleos de menos de siete días en actividades artísticas y recreativas, que viven un boom durante el verano para atender las necesidades del turismo y las vacaciones.