Vitoria - Los datos macro siguen confirmando que la industria vasca atraviesa un buen momento a pesar de que hay media docena de grandes plantas en serias dificultades. La actividad y la facturación del sector siguieron creciendo en junio, mes en el que las fábricas vascas vieron aumentar con fuerza su cartera de pedidos. Según datos del INE, Euskadi es el territorio del Estado en el que más aumentó la demanda, un 14,8%, una cifra que da la vuelta a los malos números del arranque del año y mantiene intactas las expectativas del sector. De hecho, la cartera industrial vasca ha cerrado el mejor primer semestre desde 2011.

Se trata de grandes números que trascienden de las urgencias que viven algunas empresas, aunque de la supervivencia de estas grandes plantas depende en gran medida el futuro de todo el sector. Basta con señalar cómo han empeorado las cifras de empleo en comarcas como Enkarterri, marcada por el cierre de sus industrias más emblemáticas durante la crisis y todavía hoy con firmas como CEL en serias dificultades. El desenlace del momento de incertidumbre que vive La Naval, a la espera de que se concreten las inversiones de Manuel Del Dago, será vital para muchas pequeñas y medianas empresas de Ezkerraldea.

En el lado positivo, esta semana se ha conocido que el juez que lleva el concurso de Vicrila ha dado luz verde a la entrada de la gestora Gestiber, que se ha comprometido a mantener la actividad y los 300 puestos de trabajo.

No hay duda de que el mal momento que viven algunas empresas pasará factura a las estadísticas, pero aunque parezca contradictorio los números indican que el sector goza de buena salud. La producción de la industria vasca creció el 3,8% en junio en comparación con el mismo mes de 2016, según el INE, y además las empresas fabriles tienen grasas para afrontar la segunda mitad del año con garantías. Según datos hechos públicos ayer, los pedidos crecieron casi el 15% en junio en relación al sexto mes del pasado ejercicio, el repunte más abrupto de todo el Estado. A la CAV le siguen Aragón y Murcia, mientras el resto de autonomías se sitúan ya a mucha distancia. La mejoría en Euskadi en junio duplica el avance medio en el Estado, del 7%.

El acelerón permite a la industria vasca abandonar definitivamente la dinámica irregular de enero y febrero, en los que la contratación de carga de trabajo bajó con fuerza. Ya en marzo hubo un primer cambio de tendencia que termina de consolidarse a las puertas del verano. Hasta junio los pedidos crecen por encima de los registros del ecuador de los dos últimos años, ya en plena recuperación, y de hecho alcanzan el avance más sólido desde el primer semestre de 2011, cuando la economía se tomó un respiro entre las dos grandes recesiones. En todo caso, el incremento acumulado en el año queda lejos del producido a nivel estatal, superior al 8%.

aumenta la facturación En cuanto a la facturación, en el mes de junio las industrias de la CAV mejoraron las ventas un 7%, también por encima de la media estatal. Es el mayor incremento de la cifra de negocios en el sexto mes del año desde 2011, algo que ocurre también en el volumen de ventas acumulado en lo que va de año, otro síntoma de que la radiografía general del sector manufacturero es saludable.

En este contexto, la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, anunció a comienzos de mes que en otoño se producirán nuevas inversiones extranjeras de corte industrial y logísitico, en concreto en Donostia y en Araba. En cuanto a Bizkaia, la Cámara de Comercio de Bilbao remarcaba en su última encuesta Egoera que más de la mitad de las firmas industriales del territorio han aumentado sus ventas entre enero y junio, en línea con el dato del INE. La Cámara señala, además, que las empresas tienen, de media, carga de trabajo para 77 días, dos meses y medio, frente a los 50 días de 2016.

Según datos de Eustat, el crecimiento de la actividad industrial en junio tuvo como grandes protagonistas a la energía, que se recupera después de los retrocesos de los últimos años, y a los bienes intermedios que producen las empresas auxiliares. El Instituto Vasco de Estadística también registró en junio buenos números en lo relativo a la producción de bienes de consumo duradero, principalmente coches y electrodomésticos, un indicativo de que las familias vascas han recuperado una cierta capacidad de gasto después de la crisis.

En este sentido, el empuje de la industria está teniendo un efecto positivo en el conjunto de la economía vasca, que sigue creciendo por encima de las previsiones y podría volver a repetir un avance del 3% este año, y también sobre los salarios. Según la última encuesta de coste laboral del INE, los sueldos de la industria son los únicos que mantienen la senda alcista, lo que permite compensar las bajadas de servicios y construcción.

Aunque también se ve afectada por las contrataciones precarias y fuera de convenio, sobre todo en el caso de los jóvenes, la industria sigue teniendo mejores condiciones que el resto de actividades económicas. De ahí su importancia como motor no solo económico sino también recaudatorio y social.