BILBAO - Las campañas de la Renta de las haciendas de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa han sido más positivas de lo esperado y consolidan el buen tono de los ingresos fiscales en Euskadi. La recuperación del empleo y de los salarios se está notando en la recaudación por IRPF y permite a las diputaciones y al Gobierno Vasco afrontar el tramo final del año sin tensiones.

La Diputación vizcaina informó ayer de que cerró la campaña de la Renta 2016 con un saldo negativo de 63,6 millones de euros, lo que supone una mejora de casi 48 millones respecto al ejercicio anterior, cuando devolvió a sus contribuyentes algo más de 111 millones en concepto de IRPF. En el caso de Araba, el balance mejora en más de 10 millones, con un saldo negativo de 38 millones frente a los 48 millones registrados en 2015. Gipuzkoa, que realizó balance la semana pasada, tiene un saldo negativo de 52 millones, 24 menos que hace doce meses.

Esa dinámica es consecuencia del incremento del número de trabajadores y de las subidas que ya empiezan a experimentar algunos salarios tras años de recortes y congelaciones. Todo apunta a que las haciendas forales recogerán al final de este curso una de las cosechas fiscales más abundantes de su historia y que podrían estar cerca e incluso superar el récord de 2007, justo antes de la crisis, cuando se recaudaron 13.772 millones de euros.

Las diputaciones forales han ingresado en los seis primeros meses del año 5.548 millones, casi un 10% más que el año pasado y la previsión pasa por un crecimiento del 4,2%. La buena evolución del IRPF está permitiendo mantener un ritmo muy superior al inicialmente estimado y, si no surgen sobresaltos, el de 2017 será un ejercicio muy positivo. Las sorpresas negativas pueden llegar del lado del Impuesto sobre Sociedades, cuya campaña concluyó el pasado 31 de julio y que se está mostrando como el tributo más remolón a la hora de romper con las dinámicas de la crisis.

consejo de finanzas de octubre Con todo, fuentes de las haciendas forales se mostraron ayer convencidas de que la tendencia se mantendrá los próximos meses y de que las administraciones vascas acudirán al Consejo de Finanzas del próximo mes de octubre sin las urgencias de la cita del año pasado. En aquel entonces ya se sabía que la recaudación iba a quedarse por debajo del objetivo y las diputaciones se habían visto obligadas a aparcar gastos que no eran prioritarios para evitar un descosido en los presupuestos. A pesar de esa mayor holgura en los ingresos habrá que esperar a las cuentas de 2019 para percibir alguna alegría en el gasto. La reducción del déficit y la amortización de la deuda contraida durante la crisis también condicionarán los Presupuestos vascos de 2018.

El Consejo de Finanzas de octubre sí servirá para constatar que se sale por fin del bache y que se entra en un terreno más favorable. Esa perspectiva se nota ya en el mensaje que transmiten los responsables de las haciendas forales.

Durante el balance sobre la campaña de la renta, el diputado de Hacienda alavés, José Luis Cimiano remarcó ayer que el resultado ha sido “mejor de lo esperado” debido a la mejora de la situación económica y de las nóminas de los trabajadores. Con el trasfondo del debate sobre las modificaciones fiscales que se aprobarán tras el verano para su entrada en vigor el próximo año, Cimiano incidió en la necesidad de afinar el sistema fiscal vasco. “La aportación de cada ciudadano a través del IRPF es imprescindible para el mantenimiento y la mejora de los servicios públicos, de las carreteras, las residencias de las personas mayores, los hospitales y colegios, cuando se habla de Renta también se habla de todas estas cosas”, dijo.

El titular de Hacienda de Bizkaia, José María Iruarrizaga, subrayó del mismo modo que el resultado de la campaña de la renta mejora las previsiones. En su caso, la Diputación ha gestionado 567.024 autoliquidaciones del IRPF, una cifra “prácticamente similar” a la del pasado ejercicio.

balances En línea con campañas anteriores, a siete de cada diez declarantes vizcainos (400.579) la autoliquidación les ha salido a devolver, por un importe medio de 988 euros. Por el contrario, las 166.445 declaraciones con resultado a ingresar lo han sido por un importe medio de 1.996 euros. El número de declaraciones a devolver desciende en algo más de 4.300 y aumentan en 6.175 las que dan a pagar. Mientras, Gipuzkoa devolvió una media de 1.017 euros a 265.070 contribuyentes y en el otro extremo los titulares de 109.521 declaraciones han tenido que ingresar una media de 1.986 euros las arcas forales.